Alwaght- Recientemente, un grupo de reflexión (Think Tank) estadounidenses, conformado por Samuel R. Berger, Stephen Hadley, James F. Jeffrey, Dennis Ross, and Robert Satloff, ha elaborado un artículo para “The Washington Institute” que enumera los principales elementos de la nueva estrategia de Estados Unidos en Oriente Medio.
Este artículo presenta un retrato robot de la situación actual en Oriente Medio y menciona los principales desafíos que enfrenta Estados Unidos en esta región, a saber:
1. El debilitamiento del sistema gubernamental en Oriente Medio: El colapso de algunos gobiernos y el mismo destino que siguen otros ha puesto en peligro los intereses de EEUU en la región. Entre los intereses más importantes se cuentan el cese del terrorismo, la no proliferación nuclear, protección del libre transporte de la energía y el apoyo a los aliados de EEUU en la región.
Los países con gobiernos débiles son blanco fáciles donde las bandas terroristas y patrocinadores del terrorismo pueden reclutar fuerzas y ejecutar abiertamente sus operaciones. En caso de que los gobiernos se vuelvan más vulnerables, EEUU tendrá que hacer frente a los desafíos dirigidos a sus aliados en la región y, además, a amenazas para su propia seguridad nacional.
2. El grupo terrorista Daesh: Este grupo ha fortalecido sus posiciones en algunas regiones de Irak y Siria, de manera que Obama lo considera una amenaza para su país. El mandatario de EEUU ha declarado que busca debilitar a Daesh para finalmente eliminarlo. Actualmente Obama trata de que Congreso dé luz verde al combate contra esta banda en Irak y Siria.
Además, Obama considera que para acabar con Daesh se requiere más que una acción militar. Si bien, el apoyo militar a los gobiernos que combate Daesh es de gran importancia, esta banda no será derrotada mientras mantenga su credibilidad. Quienes pueden debilitar el sesgo ideológico de Daesh son los propios musulmanes. Es más, los esfuerzos sistemáticos exigen el fin de los reclutamientos extranjeros de Daesh y del apoyo financiero foráneo a esta banda. En suma, la estrategia para alcanzar las metas declaradas por Obama, depende de la creación de una coalición de socios de EEUU que apoye los esfuerzos básicamente árabes para derrotar a Daesh.
3. Acuerdo nuclear con Irán: Un acuerdo nuclear con Irán no hará reducir el concepto de que este país es una amenaza. El acuerdo, claramente, vinculará a EEUU a manejar las reacciones de Irán y reasegurar a Irán y los estados suníes respecto a la nueva interpretación de EEUU sobre la región y sus intereses. Estados Unidos busca una estrategia que proteja los sistemas gubernamentales en la región, que frene a Daesh y lo contrarreste y, a su vez, que asegure a los líderes de los Estados suníes de que se puede contrarrestar a Irán. En esta estrategia, es necesario que EEUU tenga una visión clara hacía dónde va a dirigir la región. Esta estrategia necesita clarificar su objetivo, si EEUU quiere eliminar a los extremistas chiíes o suníes.
Los elementos claves para formar la nueva estrategia en Oriente Medio son las siguientes:
1. Fortalecimiento de los sistemas gubernamentales en la región: De acuerdo con conceptos estratégicos, los gobiernos son los principales focos de los conflictos regionales. Este hecho, significa inevitablemente, la cooperación entre EEUU y sus socios tradicionales como Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Emiratos Árabes Unidos e Israel.
2. Golpes a Daesh: Derrotas terrestres harán disminuir la atracción de este grupo y revelarán sus contradicciones. (EEUU debe actuar de manera más inteligente en su diplomacia pública y debe mostrar la cara infame de Daesh). Pero la derrota de Daesh necesita pasos más grandes en la campaña militar. EEUU no puede utilizar fuerzas terrestres. Los consejeros militares recomiendan ataques aéreos de EEUU junto con operaciones terrestres de países árabes de la región apoyados por un grupo de fuerzas especiales de EEUU.
3. No olvidar los objetivos en Siria: Habrá que robustecer las fuerzas anti-Asad y anti-Daesh en Irak y El Levante (Siria). No hay que perpetrar ataques que ponen las manos libres al régimen sirio para perseguir a los “grupos opositores independientes de Daesh”.
4. Colaboración con Irán: En este sentido, un acuerdo nuclear comprehensivo con Irán cobra sentido sólo en caso de que permita a Irán poseer un programa de energía nuclear pacífico, pero que lo impida convertirse en un Estado poseedor de armas nucleares.
5. Gestión de las relaciones con Turquía: Considerando los grandes costos de enfrentamiento entre Turquía y sus vecinos, la atención permanente para mantener los intereses correlacionados de EEUU en la región, es una cuestión que necesita agilidad y habilidad.
6. Desarrollo y estabilidad de Irak y Siria tras la recuperación de territorios ocupados por Daesh: En este proceso, el Gobierno de Bashar Al-Asad no se considera como un socio de EEUU: cuestión que se debe permanecer en el foco de la política estadounidense. EEUU, provisionalmente, necesita más inversiones para suministrar las necesidades de los refugiados sirios en El Líbano, Jordania y Turquía.
En general, si bien este análisis quiere mostrar a EEUU como el salvador de Oriente Medio, pero la seria inquietud de los autores sobre la complejidad de los problemas y el escaso tiempo para imponer las políticas, muestra que hasta los analistas estadounidenses reconocen la incapacidad de Washington para resolver los desafíos de Oriente Medio.
Uno de los principales elementos estratégicos que menciona el artículo es el fortalecimiento de los sistemas de Gobiernos en la zona, lo que es una señal implícita del riesgo de la caída de los regímenes árabes añejos y tradicionales. Los autores del artículo dicen a los responsables norteamericanos que si bien el respaldo a tales regímenes en la región va en contra de los valores de la liberal democracia estadounidense, pero Washington debe apoyar a estos gobiernos viejos y débiles, porque es útil a su interés.
Daesh por un lado es considerado como un desafío y una crisis con el que se debe combatir, pero por otro lado, este grupo, y las demás bandas opositoras sirias deben ser apoyadas en su lucha para derrocar el Gobierno legítimo del presidente Al-Asad. Este doble estándar tiene un solo significado: La deshonestidad de Estados Unidos.