Según las fuentes occidentales, el gobierno emiratí gasta masivamente para reclutar un ejército privado bien entrenado compuesto por soldados suramericanos endurecidos por la batalla.
“Los soldados colombianos son altamente apreciados por su entrenamiento en la lucha contra las guerrillas. Los colombianos tienen muchos años de experiencia en la guerra”, dijo un exoficial del Ejército colombiano.
En marzo, Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen en un intento por eliminar de la ecuación al movimiento popular yemení Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
De acuerdo con las últimas estadísticas de la ONU, la guerra iniciada por la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen ya ha dejado más de 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.
Los altos militares emiratíes decidieron en un principio desplegar 800 colombianos en Yemen, pero tuvieron que reconsiderar su medida después de que los reclutados suramericanos denunciaran que luchar en Yemen no fue parte de su contrato.
Otras fuentes informan que el contrato era trabajar en Emiratos Árabes Unidos y “no peleando guerras ajenas”. Añadió que los oficiales emiratíes “les ofrecieron relevos cada tres meses y 120 dólares diarios extra", como parte del pago total, de unos 3.300 dólares mensuales.
La presencia de las tropas colombianas muy lejos de su patria ha complicado ya el sangriento conflicto en Yemen, pero esta no es la primera guerra ajena que experimentan los colombianos; anteriormente fueron reclutados por empresas privadas de seguridad internacionales para trabajar en Irak, Afganistán y Sudán, entre otros.
La contratación de mercenarios para que combatan en Yemen se produjo después de que, en septiembre, en un ataque del Ejército yemení a un depósito de armas en la provincia central de Marib, 300 soldados saudíes, emiratíes y bareiníes, perdieran la vida.