En una votación por unanimidad, los ministros del máximo tribunal de Brasil han dado al Senado brasileño, por ocho votos contra tres, la última palabra sobre el caso.
Además, el Tribunal ha anulado la comisión especial elegida la semana pasada por voto secreto y totalmente dirigido por los opositores del gobierno, y ha pedido reiniciar el proceso en una votación abierta.
“Sería incoherente que el Senado funcionara como un mero matasellos de papeles para ejecutar lo que determine la Cámara de Diputados. Si actos mucho menores, como derribar un veto presidencial, dependen de la aprobación de ambas cámaras, algo mucho más grave, como la destitución de la presidenta, ¿no debería depender también (de ambas cámaras)?”, ha manifestado el juez de la Corte Suprema Roberto Barroso.
El trámite de impeachment (juicio político), lanzado a principios de este mes por Cunha, fue suspendido el 8 de diciembre por la Corte Suprema tras la polémica elección de una comisión legislativa para analizar en primera instancia si el proceso debía o no proseguir.
Con la decisión de este jueves, el Parlamento de Brasil volverá a elegir esa comisión, que dará los primeros pasos para decidir sobre la destitución de la mandataria.
Luego, la Cámara de Diputados deberá proseguir con el trámite y, según han acordado este jueves los jueces de la Corte Suprema, el Senado deberá también votar si admite o no el juicio contra la jefa del Gobierno brasileño, donde la presidenta Rousseff, cuanta con un apoyo significativo.