Alwaght- La revolución en Egipto y el derrocamiento del régimen de Mubarak, aliado de Israel en la región, llevó a la Cancillería de EEUU a adoptar una nueva estrategia. Israel, que es utilizado como un instrumento para cumplir los objetivos de EEUU, se preocupa por cualquier modificación en la postura de sus aliados. Quizás Israel se sienta atrapado en un atolladero ya que está rodeado por los países aliados de Irán como Siria y los grupos como Hezbolá y HAMAS. También, Israel teme una nueva guerra. Lo que llama mucho la atención de EEUU es la cuestión de la energía. La influencia de los nuevos acontecimientos en Oriente Medio y las actividades de Daesh sobre la estrategia de seguridad de EEUU se puede estudiar en base a cuatro elementos; que incluso podrían cambiar en gran medida las políticas de EEUU.
1. Cambio normativo: Los líderes egipcios que asumieron el poder tras Yamal Abdel Naser, eran laicos y marginaron a los partidos islámicos. Durante décadas, Egipto era considerado el corazón del mundo islámico e influía a otros países. Las actividades de los Hermanos Musulmanes en los últimos años evidencian una ola del Despertar Islámico en este país. En Baréin reina una igual situación. La revolución contra los Al Jalifa ha provocado un gran cambio normativo; un fenómeno que ha sido expandido a Arabia Saudí, razón por la cual el régimen de Riad envió fuerzas a Baréin para reprimir la revolución.
2. Cambio de comportamiento: Uno de los más importantes acontecimientos en la región es la extensión del Despertar Islámico en Oriente Medio y en el norte de África y el aumento de sentimientos antisraelíes. Esos cambios han animado a los palestinos lo que obligó a EEUU a tomar una postura moderada ante los palestinos y prestar más atención a los reclamos de la opinión pública en el mundo islámico.
En 2011, Obama habló de las fronteras antes de 1967, algo que provocó duras críticas del régimen israelí. Luego Netanyahu viajó a Washington para reunirse con Obama. Israel cree que el establecimiento de la democracia en los países islámicos ha reforzado a los partidos islámicos y fortalecido la independencia de esas naciones. Si eso sigue ocurriendo a largo plazo, se producirá una enemistad entre Israel y los países independientes de EEUU.
3. Cambio de postura: La postura tomada por los gobiernos nuevos de Oriente Medio hacia el occidente e Israel es de suma importancia para Estados Unidos ya que está directamente relacionado con la seguridad de Tel Aviv, Estados Unidos y la región. El Gobierno norteamericano prefiere que ciertos gobiernos siguen la política de mantener el Statu quo. Washington no puede olvidar su experiencia con la revolución islámica de Irán y la postura revisionista del país persa que puso en peligro los intereses estadounidenses en la región y en el mundo. La postura positiva de gobiernos nuevos formados en el Oriente Medio respecto a Irán y Siria, como los enemigos de Israel, ha intensificado el sentimiento de hostilidad de sus naciones contra Israel. Por eso, Estados Unidos trata de convencer a cada uno de los grupos (islamista o laica), que llegan al poder en los países regionales, para mantener los acuerdos de paz entre Israel y los palestinos, particularmente Egipto y el tratado de Camp David. En caso de que el nuevo gobierno se quede corto con la demanda, EEUU ha amenazado con cortar las financiaciones y apoyos militares.
4. Cambio estructural: la historia del colonialismo y la influencia de EEUU en Oriente Medio y el Norte de áfrica es una prueba de que para Washington no existe ninguna diferencia entre los regímenes autoritarios y los gobiernos democráticos. Lo importante es mantener sus beneficios, una demanda que es fácil de cumplir por las dictaduras. Aunque Estados Unidos haya apoyado a los levantamientos populares prefiere preservar la estructura antidemocrática en Oriente Medio. Se puede observar dicha política en Baréin, Yemen, Jordania y Arabia Saudí. De acuerdo a los documentos de estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, las directrices de la política exterior de este país en Oriente Medio son completamente claras pero lo que ha confundido a EEUU es la naturaleza popular e impredecible de los levantamientos. Entonces el país norteamericano busca ayuda del Modelo de gestión de crisis con el fin de manejar la situación, también la política exterior de Washington se basa en cuatro reglas respecto a las evoluciones:
A) Apoyar a la formación de gobiernos liberales y seculares: Ya que la opinión pública considera a Estados Unidos como un país que apoya a los sistemas autoritarios y a la hegemonía de Israel en el Medio Oriente.
B) Evitar la organización de otra Revolución Islámica como la de Irán: Estados Unidos trata de actuar evitando cualquier cambio en la estructura política de los países del Oriente Medio, por ejemplo crea diferencias entre los partidos islamistas y apoya a las fracciones seculares y a los partidarios del occidente y Israel.
C) Proteger la seguridad de Israel: Washington trata de convencer a cualquier gobierno recién formado en la región de adherirse a los acuerdos con Israel.
D) Preservar la estructura actual y cambiar la cabeza del poder: Por un lado EEUU intenta reducir la intensidad de las evoluciones y por otro trata de limitar las oportunidades para los grupos que buscan la identidad real de su nación. La prioridad de EEUU es mantener la estructura política a través de cambios en la superficie y en la cabeza del poder. Podemos apreciar dicha política en los gobiernos de Yemen y Túnez.