Alwaght-Los resultados de las elecciones en Turquía fueron a favor del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP). Desde cualquier enfoque que evaluemos esos comicios, ahora el AKP, liderado por Davutoglu, ha asumido el poder. Este partido formará un gobierno a solas y no necesitará de una coalición con otros ya que ocupa 316 escaños. Sin embargo, no puede cambiar la Constitución y dar la autoridad ejecutiva al presidente porque necesita ocupar al menos 330 escaños para poder llevar a cabo esas reformas.
Por su parte, el principal rival del AKP, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), entró al Parlamento recibiendo más del 10 % de los votos. A partir de ahora, el HDP tratará de alcanzar sus demandas a través de la ley y el Parlamento. A pesar de que los dos partidos, el AKP y el HDP, alcanzaron sus objetivos en las elecciones celebradas a principios de noviembre para evitar un gobierno de coalición y entrar al Parlamento, respectivamente, ambas facciones políticas sufrieron también fracasos. El AKP no pudo lograr una victoria absoluta como en las elecciones anteriores y el HDP obtuvo menos sufragios en comparación con los comicios celebrados en junio. En cualquier caso, parece que ambos partidos están satisfechos.
Varios elementos posibilitaron la victoria del AKP en los recientes comicios:
1. Teniendo en cuenta el aspecto histórico: el AKP es conocido desde el 2002 como el promotor del crecimiento económico y desde el 2005 como el símbolo del crecimiento político cuyo auge fue en el proceso de paz en 2012.
2. El inicio de la guerra con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y provocar la inseguridad dentro del país: En los últimos meses y tras las elecciones del 7 de junio, en paralelo con la adopción de algunas medidas destinadas supuestamente a la lucha contra Daesh, el AKP provocó la inseguridad en Turquía y atribuyó la responsabilidad al PKK y así recibió el voto de algunos grupos nacionalistas y kurdos musulmanes para luego poder impedir un gobierno de coalición. De hecho, los turcos prefirieron votar a favor del AKP por su temor ante la inseguridad y la guerra.
3. El empeoramiento de la situación económica en Turquía: Otros factores que contribuyeron a que el AKP obtuviera la mayor parte de los sufragios fueron los negativos acontecimientos económicos del país en los últimos meses, sobre todo desde las elecciones de junio pasado hasta principios de noviembre. Por un lado cayó la lira y por otro la Bolsa turca. Los turcos votaron a favor del AKP para volver a la estabilidad económica.
4. La postura de la Unión Europea ante Turquía: Cuando la Unión Europea se enfrentó a la crisis migratoria, todo el bloque, especialmente el Gobierno alemán liderado por Ángela Merkel, celebró una ronda de diálogos con Turquía que finalizaron a favor del país turco y los resultados fueron utilizados por el partido de Erdogan como herramienta propagandística durante la campaña electoral. Por un lado, la publicación del informe de la UE respecto a la posición de Turquía, que probablemente contiene algunas críticas, fue aplazada hasta después de las elecciones. Por otro lado, se puede observar que la UE ha presentado unas propuestas a Turquía con el fin de llegar a un acuerdo con Ankara acerca de la cuestión de los refugiados, entre ellas, abolir la emisión de visas para los pasajeros que viajen de Turquía a Europa, donar 3 millones de euros al país turco para manejar la crisis de los desplazados de Oriente Medio y reanudar las negociaciones a fin de facilitar la entrada de Turquía a la Unión Europa.
5. Comprar los votos de jefes de tribus kurdas: Los kurdos no estaban de acuerdo en apoyar a los partidos kurdos ya que no disfrutan de una comunidad integrada con metas y demandas comunes. La minoría kurda también fue utilizada por las fracciones no kurdas, particularmente La Justicia y el Desarrollo, de modo que el partido gobernante obtuvo una porción significativa de sus votos. Una de las medidas tomadas por este partido para recibir los votos de los kurdos fue atraer la opinión de los jefes de las tribus kurdas, acto que se consideró como un golpe final para el Partido Democrático de los Pueblos al no alcanzar el éxito en la ganancia de los votos de dichas nómadas.
Por fin, se puede decir que los críticos acusan al AKP de mostrar inestabilidad en sus políticas destinadas a democratizar la comunidad turca desde 2011, paralelamente con el inicio de evoluciones en países árabes hasta el momento, y además de no dar margen a las minorías religiosas y sectarias. La postura tomada por Ankara ante Siria y Al-Asad también mostró que el concepto de ¨cero problemas con los vecinos¨ indicado por Davutoglu en su libro, la profundidad estratégica, no es más que una propaganda. En este marco, los resultados de las elecciones en Turquía ilustran un futuro para los partidarios de democracia. A la mejor la única vía posible para democratizar la comunidad turca y acelerar el proceso de paz con los kurdos es establecer un sistema político pseudo-democrático liderado por Erdogan y su partido que para hacer cualquier reforma presente sus propias precondiciones.