De acuerdo a la agencia turca Anatolia, en el momento de los estallidos, muchas personas se habían congregado delante de una estación de tren para asistir a la marcha en la cercana plaza Sihhiye.
Se informa de que la Policía turca ha empleado gases lacrimógenos y lanzado disparos al aire tras el incidente, debido a que algunos manifestantes estaban atacando un vehículo policial.
Más tarde, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, consideró que "hay muy nítidas indicaciones" de que los atentados fueron perpetrados por atacantes suicidas.
"En la investigación se consideran todos los grupos terroristas", aseguró el premier turco, y enumeró el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el grupo takfirí Daesh, la red terrorista Al-Qaeda y los grupúsculos de la ultraizquierda turca.
Davutoglu también ha declarado tres días de luto nacional por este atentado, que lo ha considerado como un intento de quebrar la unidad, democracia y estabilidad del país.
"Hemos decidido declarar tres días de luto para recordar a los ciudadanos y mártires que han sido asesinados en atentados terroristas", ha afirmado Davutoglu.
Además ha instado al pueblo turco mantenerse unidos ante este ataque terrorista, prometiendo que las autoridades encontrarán a los responsables.