Según el informe, por parte de Corea del Sur, el director de la Oficina de Seguridad Nacional, Kim Kwan-jin, y el ministro de Unificación, Hong Yong-pyo, el número dos de Corea del Norte acudirán a la cita.
Esto se produjo cuando ambos Coreas, según los informes se habían preparado para una posible confrontación militar.
Seúl, por su parte, parecía firme en que no cumpliría con la demanda de Pyongyang para apagar los altavoces que difunden los mensajes propagandísticos a todo volumen en Corea del Norte durante la última semana.
Por otra parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte advirtió el sábado que "la situación a la que se ha llegado, al borde de la guerra y era "difícilmente controlable", como Ejército Popular de Corea (KPA) anunció su entrada en un estado de guerra con todas sus armas" por orden de Kim Jong-Un.
Al menos 30.000 efectivos militares de Estados Unidos están desplegados en Corea del Sur, y su máximo comandante militar reiteró la promesa de Washington para defender su aliado.
La península coreana se ha encerrado en un ciclo de la retórica militar desde la guerra de Corea (1950-1953). Ningún acuerdo de paz se ha firmado desde entonces.