La región meridional, con índices de paro y pobreza superiores a la media, es tierra abonada para las promesas populistas
Italia ha sido siempre un país dividido. La riqueza se concentra en el norte y la pobreza en el sur. Tras las elecciones del 4 de marzo la situación de Italia evoca hoy con más fuerza que nunca la poesía irónica del «pollo de Trilussa», en referencia al poeta, escritor y periodista romano, fallecido en 1950: Hay una Italia que come dos o tres pollos y otra que permanece en ayunas. En la cultura popular italiana, especialmente de Roma, los «pollos de Trilussa» se hicieron célebres por su poesía titulada «La estadística», con la que el poeta romano hace una proverbial observación sobre las medias estadísticas: «Resulta que te toca un pollo al año, según las estadísticas de ahora; aunque no lo comas, entra igualmente en la estadística, porque existe otro que come dos», escribía en dialecto romanesco Trilussa, al que Roma dedicó una plaza y una estatua en el corazón del popular barrio de Trastevere.
Las recientes estadísticas de Confindustria, la patronal italiana, indican que Italia permanece en el séptimo puesto en la clasificación de los países más industrializados del mundo. En Europa es segunda, después de Alemania. Pero al entrar en la realidad cotidiana de Italia, si al pollo de Trilussa lo sustituimos, por ejemplo, por puestos de trabajo nos da un plato con la fotografía de una Italia dividida en dos: El paro en el sur (19,4%) es tres veces superior al del norte (6,9%), según datos del Istat (Instituto Oficial de Estadística). La brecha en la ocupación laboral entre el norte y el sur es superior a los 20 puntos, como la que existe entre Alemania y Grecia.
Triple de paro y pobreza en el sur que en el norte
Mientras media Italia está prácticamente fuera de la crisis, con niveles de empleo próximos a los de 2008, el sur permanece empantanado. No solo el paro es tres veces superior en el sur con respecto al norte, también el riesgo de caer en la pobreza se triplica. El 10% de la población del sur está en pobreza absoluta, frente al 6% en el norte. La pobreza va a acompañada también de una mala sanidad: una persona que nace en Campania, Sicilia y Calabria tiene una esperanza de vida cuatro veces inferior a una del norte, según el Instituto Superior de Sanidad.
En definitiva, con un PIB per cápita en el norte que alcanza los 35.000 euros y en el sur unos 18.500, parece evidente que los pollos están casi todos en el norte, por seguir con la evocación de Trilussa. Prácticamente en ayuno, diría el poeta romano, permanecen casi cinco millones de italianos, en su gran mayoría en el sur, según el Istat.
Para paliar en parte esa miseria, el gobierno ha puesto en práctica desde enero de este año la «renta de inclusión social» (REI), por un importe medio de 297 euros mensuales por familia (se parte de los 177 euros para una persona soltera, hasta los 429 euros para las familias con seis o más personas). Se trata de un subsidio universal nacional, cuyo beneficio dura 18 meses y se renueva por otros 12. El REI se dirige en el 72% de los casos a familias del sur.
Avance populista en Italia
En este contexto, con una población meridional a la que se han hecho infinidad de promesas nunca realizadas, el terreno estaba completamente abonado para el populista Movimiento 5 Estrellas (M5E), que ha sabido capitalizar la desesperación y protesta de los italianos del sur. En algunas zonas ha obtenido porcentajes casi búlgaros: en Campania, la región del candidato a primer ministro del M5E, este movimiento de Grillo superó el 50%, y en la periferia de Nápoles llegó incluso al 60%.
En esta población ha calado profundamente el programa de asistencia a los más desfavorecidos, la llamada «renta de ciudadanía». Luigi di Maio promete 780 euros a las personas solteras sin empleo y 1.706 euros a un matrimonio con dos hijos menores de 14 años. Poco importa que no haya dinero en las arcas del Estado.
El profesor de Economía, Tito Boeri, presidente del Instituto de la Seguridad Social (Inps), advirtió este miércoles de que el coste de la promesa estrella del M5E estará entre 35.000 y 38.000 millones de euros, una cifra imposible, lo que ha llevado al primer ministro en funciones, Paolo Gentiloni, a comentar: «No podemos permitirnos un festival de promesas irrealizables».
Además del M5E, la otra gran fuerza populista vencedora de las elecciones ha sido la Liga Norte de Matteo Salvini, el partido más votado en el norte gracias a sus dos propuestas estrella. No permitir la entrada de inmigrantes, y la expulsión de hasta 600.000, e introducir la «flat tax», una tasa única del 15% reduciendo así los cinco tramos que tiene actualmente el impuesto de la renta en Italia. Los expertos consideran que se trata de una propuesta irrealizable y que beneficia a quienes declaran más de 75.000 euros al año. Regalaría 21.000 millones de euros a los ricos y aumentaría la brecha económica entre el norte y el sur.
abc