Alwaght- Una organización de derechos internacionales ha revelado que las fuerzas militares de Myanmar están construyendo bases militares en lugares donde los musulmanes rohingyas solían vivir antes de ser expulsados.
El Gobierno de Myanmar ha estado arruinando las aldeas de los rohingyas, según imágenes satelitales, y en lo que los grupos de derechos han descrito como una campaña para destruir escenas de posibles crímenes contra la humanidad.
En un informe emitido este lunes, Amnistía Internacional ha declarado que las fuerzas birmanas han arrasado las estructuras restantes que no habían sido incendiadas o arrasadas antes.
“Lo que estamos viendo en el estado de Rajine es una apropiación de tierras por los militares en una escala dramática”, ha dicho Tirana Hassan, directora de respuesta a las crisis de Amnistía Internacional. “Se están erigiendo nuevas bases para albergar a las mismas fuerzas de seguridad que han cometido crímenes de lesa humanidad contra los rohingyas”.
Además aseveró que la “remodelación” de Myanmar de la región donde solían vivir los rohingyas parecía estar diseñada para dar cabida a más fuerzas de seguridad y aldeanos no rohingyas, y podría disuadir a los refugiados de acceder a regresar.
“Es poco probable que los rohingyas que huyeron de la muerte y la destrucción a manos de las fuerzas de seguridad encuentren la posibilidad de vivir en las proximidades de esas mismas fuerzas conducentes a un retorno seguro, especialmente dada la continua falta de rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos”, agregó el grupo.
Desde finales de 2016, las fuerzas armadas de Myanmar junto con los extremistas budistas han lanzado una campaña de terror contra las familias musulmanas que viven en el estado de Rajine, matándolas, violando y incendiando sus casas, forzando a cientos de miles a huir.
Rajine, el hogar de un gran número de musulmanes rohingyas, que ha sido escenario de violencia comunal a manos de extremistas budistas desde 2012.
El Gobierno birmano niega la plena ciudadanía a la población de 1,1 millones de habitantes rohingyas y los considera como inmigrantes indocumentados de Bangladés. Sin embargo, muchos creen que los rohingyas son una comunidad de antiguo linaje en Myanmar.