Alwaght- Los senadores estadounidenses volvieron a llamar al control de armas más estricto en el país tras la masacre cometida el domingo por un hombre armado cerca de la ciudad de San Antonio, en Texas, sureste de Estados Unidos.
Al menos 26 personas murieron y más de 20 resultaron heridos como consecuencia de un tiroteo ocurrido el domingo en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, donde una persona entró armada y abrió fuego contra los presentes, habitualmente una cincuentena en la ceremonia dominical.
Como lo que sucede tras cada tiroteo masivo en Estados Unidos, son muchas las voces que exigen al Gobierno y, sobre todo, al Congreso, reglas más estrictas para la posesión de esos artefactos en el país norteamericano, donde según diversas fuentes hay más de 300 millones de armas de fuego en manos de civiles.
De acuerdo con las fuentes estatales, entre las víctimas se encontraban una mujer embarazada y la hija de 14 años del pastor de la iglesia.
El atacante fue identificado más tarde por el Pentágono como un antiguo empleado de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, de raza blanca, 26 años de edad y de nombre Devin Patrick Kelley, quien fue hallado muerto posteriormente.
Este tiroteo, el más mortífero ocurrido dentro de una casa de culto en Estados Unidos, se produjo un mes después de que otro hombre armado perpetrara en Las Vegas la peor masacre con arma de fuego en la historia del país norteamericano.