Alwaght- Recientemente, se escuchan rumores de un eventual ingreso de Yemen en el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG-integrado por los países árabes ribereños del Golfo Pérsico). Omán ha hecho la propuesta de esta adhesión dentro de un plan de siete artículos que incluyen medidas para terminar la guerra saudí en contra Yemen y la apertura de diálogos entre las partes. En este sentido, han surgido algunas preguntas: Si bien la situación económica, política y social de Yemen es diferente a la de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, ¿cuáles son los motivos de esta propuesta? ¿Rechazará Yemen, como Jordania y Marruecos, esta propuesta? ¿Cuáles son los objetivos de Arabia Saudí al apoyar esta propuesta?
Es posible que los puntos comunes entre los seis gobiernos del sur del Golfo Pérsico sean sus estructuras económicas, sistemas políticos, poblaciones y aspectos sociales, así como su punto de vista negativo hacia Irán e Irak, lo que ha causado la formación del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico en la década de 1980. Los gobiernos árabes ribereños del Golfo Pérsico creen que, para tener una región segura, estable y con una economía sólida, Yemen debe ingresar en esta entidad árabe.
En este análisis, se plantea otra pregunta: ¿por qué Irak e incluso Irán no pueden ser miembros de este consejo, pero los países más lejanos, como Jordania y Marruecos, son invitados a ingresar en este conclave? Si este consejo es una organización regional con objetivos económicos y de seguridad, ¿por qué trata de buscar miembros entre los gobiernos fuera de la región?
La respuesta es clara. De hecho, la dominación de Arabia Saudí en el CCG y el enfoque negativo de los miembros hacia Irán e Irak han evitado el ingreso de Irak, que es un país árabe, en este consejo. Asimismo, cabe señalar que, en la opinión saudí, los rasgos históricos, políticos y demográficos se consideran un desafío para el sistema del este grupo.
Entonces, la propuesta sobre Yemen que se plantea a pesar de que la estructura económica de este país es diferente a la de los miembros del CCG, tiene como objetivo que la adhesión de un gobierno débil y pobre en este grupo frene las amenazas contra las fronteras de Arabia Saudí y Omán. Por lo cual, tras el ataque de Arabia Saudí y la intensificación de los conflictos en Yemen, se ha planteado de nuevo el asunto del “Escudo de Isla”. En realidad, el CCG intenta que Yemen sea uno de sus miembros para involucrarlo en este proyecto militar. Previamente, el ministro dimitido de Exteriores de Yemen, Riad Yasin, había tratado que su país sea parte del Consejo de Cooperación del Golfo para que en caso de situaciones críticas, se pudieran calmar los disturbios con la ayuda de los países árabes.
Por otra parte, desde el aspecto económico, considerando la situación crítica de la economía de Yemen, los países miembros del CCG deciden aprobar el Plan Marshall panárabe, que incluye ayudas financieras de veinte mil millones de dólares. Una parte del presupuesto de este plan se dedicará a pagar los salarios de los soldados leales al dimitido presidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi e indemnizar a los heridos y a las familias de las tropas participantes en las operaciones militares. Este plan busca mantener a Yemen dependiente del CCG debido a sus necesidades económicas. Por lo tanto, se puede decir que los aspectos regionales, económicos y de seguridad han causado la probabilidad del ingreso de Yemen al CCG sea mayor a la de Jordania y Marruecos.
Parece que los cambios internos en Yemen tienen un papel importante en la aceptación o el rechazo de esta propuesta. Es decir, el proceso de los cambios, la continuación de los conflictos, la participación de las partes en los diálogos nacionales y, en general, el establecimiento de un gobierno en Yemen similar al régimen saudí tiene un rol destacado en la adhesión de Yemen al CCG.
Por otra parte, si consideramos esta propuesta como una táctica saudí para restablecer el gobierno de Mansur Hadi, entenderemos los objetivos inhumanos de Arabia Saudí y el CCG. De hecho, los saudíes consideran a Yemen uno de sus rivales en la región y buscan alcanzar sus intereses a través de acciones brutales contra este país árabe. Cabe mencionar que, en este sentido, el espíritu resistente de los yemeníes ha generado muchos problemas para los saudíes.
Por lo tanto, si la débil situación de Yemen, el regreso de Mansur Hadi al poder en este país y la formación de un gobierno afiliado a Arabia Saudí pueden allanar el terreno para materializar los objetivos saudíes. Entonces, así se puede entender la insistencia de los saudíes en la adhesión de Yemen al CCG. Pero, al observar la coyuntura yemení se puede decir que continuará la crisis en el país árabe y Arabia Saudí seguirá buscando materializar sus intereses incluso con medidas inhumanas en Yemen.