Alwaght- Las fuerzas bahreiníes mataron el martes a al menos cinco personas durante las incursiones en la casa del máximo clérigo chií, el sheij Isa Ahmad Qasem, en la aldea de Diraz, oeste de Manama, la capital.
Así lo anunció el Ministerio del Interior de Bahréin al mismo tiempo que añadió que al menos 286 personas también fueron detenidas durante el ataque y las manifestaciones en esta zona.
El régimen de Al Jalifa asimismo ha iniciado el arresto militar del sheij Qasem, informó esta Cartera en un comunicado, sin ofrecer más detalles sobre el periodo que el líder opositor debe cumplir bajo tal circunstancia.
En este contexto, el principal partido opositor bahreiní, Al-Wefaq, instó el martes en un comunicado a la comunidad internacional a frenar la masacre de bahreiníes en este país, especialmente en Diraz.
Además denunció que las fuerzas del régimen de Manama están utilizando todas las armas prohibidas internacionalmente contra los bahreiníes y están practicando “la peor imagen del terrorismo” contra la oposición.
Por otra parte, la Asociación de Acción Islámica de Bahréin (Amal, por sus siglas en árabe) condenó las acciones represivas del régimen de Bahréin contra los opositores y afirmó que el rey del régimen bahreiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, será responsable de cualquier medida que ponga en peligro la vida del sheij Qasem.
A su vez, el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) condenó el “brutal ataque” de las fuerzas del régimen de Al Jalifa contra la casa del sheij Qasem y los manifestantes al mismo tiempo que advirtió sobre las consecuencias del eventual insulto contra el prominente clérigo chií.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, entre otros, también condenó estas acciones represivas y reafirmó que todo esto es resultado del apoyo que recibió el régimen de Manama por parte del nuevo Gobierno de Estados Unidos.
Todo esto se produjo después de que un tribunal de Bahréin condenara el domingo al sheij Qasem, a un año de cárcel y le ordenó pagar una multa de 100 mil dinares bahreiníes (más de 265 mil dólares). La corte bahreiní además decidió confiscar las propiedades del prominente clérigo por un valor de 3 millones de dinares bahreiníes (casi 8 millones de dólares) y dos de sus casas.
El 20 de junio de 2016, el Ministerio del Interior de Bahréin informó de la revocación de la ciudadanía al sheij Qasem, al acusarlo de ser involucrado activamente en “crear un ámbito sectario” a través de contactos con poderes extranjeros, entre otros cargos.
Desde entonces se han registrado manifestaciones a diario en diferentes partes del reino árabe. Varias protestas y sentadas también han sido celebradas en la aldea de Diraz.