Un inmigrante mexicano que alguna vez se refugió en una iglesia de Colorado para no ser deportado, fue detenido el miércoles por agentes migratorios mientras se dirigía a un almacén a recoger losetas de piso para su trabajo, informó su esposa.
Una de las hijas de Arturo Hernández es ciudadana estadounidense y otra de ellas cuenta con protección para deportación bajo el programa del gobierno de Obama para personas que llegaron de manera ilegal durante su infancia. Su detención se presenta en un momento en el que el gobierno del mandatario Donald Trump presenta una postura mucho más estricta a la de su predecesor en materia de deportaciones.
Hernández pasó nueve meses viviendo en el sótano de la Primera Iglesia Unitaria de Denver, a partir de octubre de 2014, cuando el gobierno de Obama intentó deportarlo.
Llamó la atención de las autoridades migratorias luego de ser acusado de agresión por un incidente laboral, a pesar de que durante un juicio se le absolvió de cualquier comportamiento delictivo. Hernández salió de la iglesia y retomó su trabajo una vez que el gobierno de Obama le garantizó que su caso ya no sería una prioridad de deportación.
Ana Sauzameda, la esposa de Hernández, dijo que su esposo fue la mañana del miércoles a un almacén en los suburbios de Denver para recoger loseta para su trabajo. Ahí fue interceptado por dos agentes vestidos de civil. Dijo que él extendió su mano para saludarlos y fue entonces que los hombres se identificaron como agentes migratorios federales y lo detuvieron.
Sauzameda dijo que su hermano fue testigo de la detención pero no la pudo captar en video porque los agentes le quitaron su teléfono.
En una entrevista, dijo que su esposo es “el pilar de nuestra familia”.
“Su hija mayor está por graduarse. Tiene planes de ir a la universidad”, recalcó. “Si lo deportaran, nuestro mundo se vendría abajo. Vivir separados sería muy difícil. Todos nuestros sueños se esfumarían”.
El portavoz de ICE, Carl Rusnok, no comentó al respecto.
Hernández, su esposa y su hija, de entonces 3 meses de edad, ingresaron legalmente a Estados Unidos procedentes de la ciudad mexicana de Chihuahua en 1999.
Optaron por quedarse en el país cuando expiró su visa. La hija mayor de Hernández, Mariana, de 17 años, se graduará de la secundaria el próximo mes. Su hija menor, Andrea, de 11 años, nació en Estados Unidos y cuenta con ciudadanía estadounidense.
Actualmente, otra inmigrante que está ilegalmente en el país, Jeanette Vizguerra, también busca refugio contra deportación en el sótano de la misma iglesia de Denver. Recientemente fue nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time.
Después de que Hernández fuera detenido, un grupo de activistas realizaron una manifestación de apoyo a Hernández a las afueras de la filial local de la oficina federal de inmigración. Sauzameda dijo que el abogado migratorio de Hernández intentará que se deseche la orden de deportación en su contra.
elnuevoherald