Alwaght- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró el martes que Ankara seguirá las operaciones militares en Irak y Siria “hasta eliminar al último terrorista”.
En una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters, Erdogan subrayó que no se debe permitir que la región de Sinyar, en el norte de Irak, se convierta en una base para el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), refiriéndose a un bastión del PKK en Irak, cerca de las fronteras con Turquía e Irán.
“Debemos tomar medidas, compartimos esta información con Estados Unidos y Rusia, así como con Irak”, señaló durante esta entrevista.
Esto se produjo horas después de que los cazas turcos atacaran las posiciones de los combatientes kurdos en el norte de Irak y Siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los aviones de combate turcos mataron a al menos 18 miembros de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), vinculadas al PKK.
La aviación turca bombardeó el martes el monte Sinyar, situado en el noroeste de Mosul, y el monte Karachok, en la esquina noreste de Siria.
Desde julio de 2015, Turquía ha estado llevando a cabo operaciones contra las posiciones del PKK en la conflictiva región suroriental del país, así como en el norte de Irak y la vecina Siria.
A principios de diciembre de 2015, Turquía desplegó un contingente de sus tropas al campo militar de Bashiqa al norte de Mosul, alegando que la medida había sido previamente coordinada con funcionarios iraquíes. Bagdad rápidamente negó la demanda y desde entonces ha pedido a Ankara que retire inmediatamente sus fuerzas del campo. Turquía, sin embargo, se ha negado hasta ahora a retirar sus fuerzas del suelo iraquí.
En agosto de 2016, Turquía también inició una importante intervención militar en Siria, y ha enviado tanques y aviones de guerra al otro lado de la frontera, alegando que su campaña militar tenía como objetivo empujar a Daesh desde la frontera de Turquía con Siria y detener el avance de las fuerzas kurdas. Mientras tanto Damasco denuncia la operación como una violación de su soberanía.