Alwaght- El presidente del Comité para Asuntos de los Prisioneros Palestinos, Issa Qaraqe, subrayó el miércoles que la muerte de cualquier preso palestino en huelga de hambre puede provocar una “nueva Intifada”.
Qaraqe pronunció estas declaraciones al mismo tiempo que condenó la negativa del régimen de Israel a negociar con unos 1500 prisioneros palestinos que han iniciado una huelga de hambre en masa desde el lunes.
El ministro de seguridad pública del régimen de Tel Aviv, Gilad Erdan, alegó el martes que esta iniciativa tiene motivos políticos y añadió que no negociará con los prisioneros palestinos que participen en la huelga de hambre y tomará medidas disciplinarias contra ellos.
Qaraqe aseveró que el líder del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), Marwan Barghouti, quien encabezó esta iniciativa, ha sido trasladado a otra prisión en el norte de los territorios ocupados y ha sido puesto en aislamiento.
“Si no se cumplen sus demandas, más prisioneros se unirán a la huelga”, declaró Qaraqe, al mismo tiempo que instó a la comunidad global y las Naciones Unidas a intervenir en la crisis que afecta a los huelguistas de hambre.
La iniciativa de comenzar una huelga de hambre en masa, fue tomada con motivo del Día Nacional de la Solidaridad con los Presos y está dirigida por Barghouti, quien fue arrestado en 2002 por supuestos cargos de ataques a soldados israelíes, entre otros.
Un total de 6500 palestinos, entre ellos 57 mujeres y 300 niños, están actualmente detenidos en cárceles del régimen de Israel, anunciaron el sábado la Comisión de Detenidos y Ex-Detenidos, la Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS, por sus siglas en inglés) y la Oficina Central Palestina de Estadísticas en un comunicado de prensa conjunto.