Alwaght- Mientras Arabia Saudí considera a los Hermanos Musulmanes como “su principal enemigo”, recientemente ha colaborado con la Congregación Yemení por la Reforma, conocida también como Al-Islah, un partido salafista afiliado a la Hermandad Musulmana, en sus agresiones contra Yemen. Unas semanas antes de la intervención militar a Yemen, Arabia Saudí intentó mejorar las relaciones entre Catar, Turquía y Egipto mediante la vía diplomática. Estas acciones han planteado importantes preguntas sobre las políticas saudíes hacia los Hermanos Musulmanes. De hecho, ¿cuáles son los métodos y objetivos de Arabia Saudí respecto a los Hermanos Musulmanes en la región?
En realidad, se puede decir que Arabia Saudí buscaba una razón para atacar Yemen. Es decir, los saudíes con su mediación entre estos países, buscaba formar un frente bajo su liderazgo en la región e influir en el partido salafista Al-Islah con la colaboración de Catar y Turquía.
Cabe mencionar que Arabia Saudí, ofreciendo falsas promesas a los líderes del partido Al-Islah, les persuadió para que colaboraran con los saudíes en su ataque a Yemen. Por eso, los Hermanos Musulmanes de Yemen apoyaron la invasión de Al Saud al país árabe, alegando que los ataques a Yemen se llevan a cabo a petición de Abdu Rabu Mansur Hadi, a quien consideran como el presidente legítimo del país, y conforme al artículo número 51 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este artículo establece que: “Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inminente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de un ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Según la agencia oficial de noticias saudí SPA, el partido salafista Al-Islah agradeció a las autoridades de la coalición árabe, encabezado por Arabia Saudí, y expresó su esperanza de que los países aliados pudieran calmar la crisis creada por el movimiento popular Ansarolá y los hutíes en Yemen a través de la operación “Tormenta Decisiva”.
Los líderes del partido Al-Islah se unieron a los saudíes, pero no saben los objetivos de estos. Encender el fuego de la guerra civil en Yemen, debilitar a los Hermanos Musulmanes y perjudicar la capacidad del partido Al-Islah son los objetivos de Arabia Saudí en su unión con este partido salafista. Además, los medios de comunicaciones árabes y yemeníes anunciaron que, de acuerdo con uno de los artículos de la operación “Tormenta Decisiva”, el partido Al-Islah será ilegalizado en un futuro en Yemen. Tras la publicación de esta noticia que había generado diferencias entre el partido Al-Islah y Mansur Hadi, el ex ministro de Salud de Yemen, Naguib Ghanem, negó esta noticia y agregó que el ex presidente yemení, Ali Abdula Saleh, junto al movimiento popular Ansarolá utilizaron estos alegatos para crear tensión entre el partido salafista Al-Islah y Arabia Saudí. Naguib Ghanem, hizo hincapié en que Al-Islah es uno de los partidos principales que tendrá un papel importante en el futuro de Yemen y participará en la operación Tormenta Decisiva y, a pesar de la oposición de Ali Abdula Saleh y Ansarolá, los países internacionales apoyan su participación en el futuro político de Yemen.
En este sentido, según fuentes árabes, Arabia Saudí permitió a los líderes del partido Al-Islah que intentaran establecer la paz por vías diplomáticas entre el presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi y los Hermanos Musulmanes. Entonces, en los últimos días, una delegación de los Hermanos Musulmanes yemeníes fue a El Cairo (capital de Egipto) y dialogaron acerca de este asunto con las autoridades de ese país.
Pero, un poco después, la mayoría de los líderes del partido Al-Islah se dieron cuenta del doble juego de los saudíes ante la Hermandad Musulmana y renunciaron a este partido.
Los expertos creen que Arabia Saudí ha prometido apoyos financieros a los líderes de la Hermandad Musulmana yemení y algunos grupos yemeníes para que se aprovechara de su capacidad en concretar su agresión militar al país árabe. En realidad, si los saudíes hubieran buscado establecer nuevas relaciones con los Hermanos Musulmanes, habrían condenado la sentencia de 20 años de prisión contra el expresidente egipcio Mohamad Mursi.