Bidar, refiriéndose a la visita de altas autoridades de país, como el presidente, los ministros de Exteriores y Defensa, y el jefe de Estado Mayor del Ejército a Badakhshan, expresó que el gobierno provincial ha presentado sus planes a estas autoridades y se prevé una reunión del consejo nacional para evaluar la situación de esta provincia. “Esperamos medidas serias del gobierno central. Actualmente, los combates han cesado en esta región, pues los enemigos se están preparando para lanzar una operación a gran escala contra las fuerzas de seguridad, sin embargo, nosotros todavía estamos a la espera de la ayuda del gobierno central”, dijo Bidar para luego agregar que “sin duda, Badakhshan será escenario de fuertes enfrentamientos puesto que tanto las fuerzas afganas como los terroristas se están preparando y equipando para una guerra”. “Nuestras operaciones serán ataques ofensivos contra los bastiones de los terroristas en todas las regiones de Badakhshan. Estamos totalmente preparados para repelar las arremetidas terroristas hasta que lleguen las fuerzas desde Kabul”.
Ahora, lo que resulta preocupante es que en varias provincias de Afganistán se han visto banderas negras como las del grupo Daesh y, según reportes, varias personas que habían abandonado las filas del grupo Talibán para unirse al Ejército, se han convertido en miembros de Daesh, aunque no se sabe la razón. Además, con antelación, el comandante general de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general John Campbell, citando informes, precisó que como en Paquistán, también en Afganistán se difunden comunicados de Daesh y muchas personas se han sumado a las filas de esta banda que les paga sueldos exorbitantes.
Medios de comunicación afganos revelaron que Daesh ha iniciado sus actividades y entrenamientos en varias provincias del país, como Zabol, Farah y Helmand y aseguran que algunos comandantes de Talibán han apoyado a Daesh. Según esas informaciones y, de acuerdo con el plan difundido por Daesh para los próximos cinco años que tiene como objetivo ampliar su territorio, Irán, Afganistán y las zonas entre estos dos países han sido bautizados como Khorasan.
Las autoridades afganas siempre han tenido contradicciones en sus declaraciones sobre las actividades de Daesh en su país, pero el fenómeno terrorista árabe-afgano ha sido un asunto planteado desde el surgimiento de Al-Qaeda, e incluso el modelo de vestimenta afgana que usan los miembros de Daesh, así como el cierto acercamiento registrado entre los líderes de Talibán y Daesh, indican que ambos grupos terroristas están buscando un ambiente propicio e inseguro para sus actividades. Además, el invierno pasado por primera vez fue elegido un líder para los terroristas de Daesh en Afganistán.
El tema de la presencia de Daesh en Afganistán y la reivindicación de los ataques terroristas por parte de Daesh en este país plantea incertidumbre y preguntas. Recientemente, decenas de personas perdieron la vida en un ataque suicida perpetrado en la ciudad de Jalal Abad, este de Afganistán. Talibán no asumió la responsabilidad del ataque pero, Daesh lo reivindicó. Fue el primer ataque de Daesh en Jala Abad que dejó más de cuarenta muertos, entre ellos varios niños, y más de cien heridos.
Durante últimas semanas, 31 ciudadanos afganos fueron secuestrados en la provincia de Zabol y, el pasado viernes, al menos cinco chiíes fueron decapitados. En otro incidente, esta vez en la provincia de Badakhshan, los terroristas de Daesh atacaron a una comisaría de policía y mataron a 31 agentes y robaron sus armas y equipamientos militares. Esos acontecimientos señalan que, otra vez, Afganistán enfrenta conflictos étnicos.
Haj Mohamad Mohaqueq, vicepresidente del gobierno de Unidad Nacional, atribuyó esas atrocidades a los terroristas extranjeros, o sea, a Daesh, y fue la primera persona en advertir de la presencia del grupo Daesh en Afganistán e incluso exigió la formación de una alianza con Talibán para combatir a Daesh. Asimismo, el presidente afgano, Ashraf Ghani, en su reciente viaje a EEUU advirtió sobre presencia de Daesh en su país. Pese a que algunas autoridades afganas atribuyen esas medidas a Talibán para no causar temor, otras rechazan esta explicación y creen que hay algunos países extranjeros que están exportando estos grupos terroristas a Afganistán y denuncian la pasividad del gobierno central.
Hasta ahora las autoridades afganas habían rechazado la presencia de Daesh en su territorio y consideraban que era mera propaganda, pero por fin, después del ataque terrorista de Jalal Abad, el presidente afgano admitió que actores del terrorismo internacional denominado Daesh se encuentran en su país. Sin embargo, según los expertos, pese a la tendencia de los talibanes hacia el grupo Daesh, Talibán se enfrentará contra este grupo terrorista, ya que Talibán calificó el ataque de Jalal Abad de abominable e inadmisible. De acuerdo con los analistas, los objetivos y metas de esos dos grupos son totalmente distintos. Sin embargo, hay que tomar en serio la aparición de Daesh en Afganistán. Conforme a investigaciones, a pesar de que Daesh está reclutando miembros utilizando su base ideológica radical, también puede atraer a más personas por otros medios como el económico, el informático y comunicacional.
Utilizando de estas tácticas, Daesh podría acelerar su desarrollo en un país como Afganistán así como lo hizo en Irak y Siria aprovechando la inestabilidad política, económica, social y de seguridad en estos dos países.