Alwaght- El cese de los ataques aéreos de Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen, denominados operación “Tormenta decisiva”, y el inicio de otra bajo el nombre de “Restaurar la esperanza”, son parte de un proceso político que pueden ser analizados desde dos aspectos diferentes: Los análisis se puede efectuar desde el punto de vista saudí y houthí y se pueden evaluar los logros de cada una de las partes en esta línea. Sin duda, la agresión saudí contra las posiciones del movimiento Ansarolá y el Ejército cercano al ex presidente Ali Abdolá Saleh es un punto de cambio en la política exterior saudí respecto a la Península Arábiga y en sus relaciones con Yemen. Por otro lado, destaca el fortalecimiento de Ansarolá como un movimiento político-social con capacidades militares en los asuntos internos de Yemen, país vecino de Arabia Saudí. En este artículo se analizan los logros de Arabia Saudí y Ansarolá durante la guerra en Yemen.
Los 28 días de ataques aéreos saudíes contra las posiciones de los chiíes houthíes en Yemen confirman el cambio de la línea política exterior de Arabia Saudí, que se debe a la interpretación de los responsables saudíes de las ecuaciones regionales. Esta conducta explícita no tiene precedentes en la historia de las medidas políticas y de seguridad de Arabia Saudí en cuanto a los asuntos regionales. Esta conducta responde al proceso de cambios progresivos en Oriente Medio iniciado en 2011 y ligada a la ola de revueltas de la primavera árabe, que aún persiste en diferentes formas.
El contagio de la ola de cambios del mundo árabe a las periferias de Arabia Saudí como Baréin y Yemen provocó la reacción de los saudíes. En ambos casos, Arabia Saudí intentó contrarrestar estos cambios que tenían como meta derrocar los gobiernos partidarios de Riad como una medida para defender los intereses de la monarquía. Pues, en este esquema, se puede entender el porqué de los ataques aéreos saudíes y de una débil coalición contra Yemen. El cese de los ataques aéreos saudíes, los rumores sobre un posible armisticio y el inicio de un proceso político, pueden ser analizados desde la perspectiva de los saudíes y los houthíes, teniendo en cuenta los logros de cada uno y los procesos presentes y futuros. Es necesario decir que la confusión saudí y los desacuerdos en la familia de Al Saud ha sido un tema bien claro en el inicio y el fin de ataques contra Yemen.
Los logros de Arabia Saudí
Los puntos que mencionaremos a continuación pueden considerarse los logros de Arabia Saudí en la invasión contra Yemen. Es necesario decir que algunos de estos alcances son un arma de doble filo para los saudíes, ya que pueden causar el deterioro de la seguridad en las fronteras con Yemen. Durante los últimos años, a pesar de la calma en las fronteras que comparten los dos países, Yemen ha sido un vecino que inquietaba a los saudíes. Teniendo en cuenta la actual guerra y las fallas en el conflicto, veremos más inquietudes por parte de Arabia Saudí.
· Debilitar las infraestructuras del movimiento Ansarolá y del Ejército cercano al expresidente Ali Abdolá Saleh como parte de un proyecto general para mantener la pobreza en Yemen
· Intensificar las discrepancias internas y del desarrollo de sectarismo en Yemen en el marco del proceso del aumento del radicalismo en este país, lo cual dejaría más abiertas las manos de Al-Qaeda
· Entorpecer el proceso del desarrollo de la revolución, en concreto por medio de la matanza de los civiles
· Activar el movimiento separatista de Al-Hirak en el sur de Yemen
· Atraer más atención de Estados Unidos respecto al crecimiento del extremismo en el paso marítimo internacional más vital, y
· La emisión de la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU bajo el Capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas
Junto con estos frágiles logros que pueden revertirse contra los intereses saudíes en cualquier momento, se pueden mencionar también diferentes casos de violación de los derechos humanos, la matanza de los civiles yemeníes, la difamación de Arabia Saudí ante la opinión pública mundial, el inicio de guerra de manera ilegítima y la falta de cooperación completa por parte de la coalición, especialmente por parte de Egipto y Paquistán que se supone un duro golpe para los saudíes.
Los logros de Ansarolá
Tal vez, al lado de las dificultades en la vía del movimiento Ansarolá, la experiencia de una guerra regional se puede considerarse un punto de cambio para este movimiento político y militar que ha sido el pionero de los cambios en el campo social en Yemen. A esto, se junta la experiencia de seis guerras internas contra el régimen de Ali Abdolá Saleh. La historia de este movimiento en los últimos 4 años, ha convertido a los chiíes zaidíes -en el esquema del movimiento Ansarolá- como un factor inalienable de las ecuaciones internas de Yemen.
· Establecimiento de Ansarolá como un corriente político-social con capacidades militares dentro de Yemen y en proceso de los diálogos nacionales
· Ampliación de las experiencias defensivas durante las guerras internas en el pasado y la actual Guerra regional
· Alcanzar la habilidad para lanzar ofensivas y el control de zonas estratégicas en el avance hacia Adén y las regiones saudíes de Najrán y Jizán situadas cerca de la frontera con Yemen
· Perspicacia política y aprovechamiento de la racionalidad estratégica y calculada a la hora de aceptar las demandas del Ejército y el círculo cercano a Ali Abdolá Saleh y la formación de una coalición trilateral junto con los comités populares
· Conseguir el visto bueno de un sector significativo de la opinión publica en la región y dentro de Yemen, y también alcanzar la simpatía de los yemeníes shafiíes. Este proceso desde el año 2011 está en curso y sigue cada día con más fuerza.
· Atraer apoyo regional de los gobiernos neutros en forma de ayudas humanitarias, además de atraer respaldo político de algunos gobiernos y grupo no gubernamentales como Hezbolá de El Líbano
Al fin se debe aclarar que la invasión aérea saudí contra las posiciones de los houthíes y el Ejército cercano a Ali Abdolá Saleh, contribuye a la emergencia de tres importantes variantes regionales y subregionales. Primero es una nueva conducta en la política exterior saudí en una región lista para albergar retos y crisis. Segundo, es la emergencia de Ansarolá como un corriente político-social con capacidades militares dentro de Yemen y, tercero, la entrada de Arabia Saudí a un círculo de las crisis, inestabilidad y conflictos políticos y militares.
Este proceso, influenciará de manera considerable la situación en la Península Arábiga y en la región y da una nueva forma a las relaciones de rivalidad entre Irán y Arabia Saudí en el Golfo de Adén y el estrecho estratégico de Mandeb. Por la misma razón, se pueden entender las advertencias de algunos responsables veteranos de Al Saud sobre las consecuencias de la guerra contra Yemen, porque los acontecimientos en Asia suroccidental van a constituir serios retos para la influencia del régimen saudí y Riad tratará de enfrentarlos. Esto además de poner en peligro las periferias de Arabia Saudí, puede penetrar dentro de las fronteras del país y obligar a los saudíes a tomar decisiones basadas en sus capacidades internas, sin apoyo de Estados Unidos. Por esta misma razón vemos una postura explícita en la nueva política exterior de Arabia Saudí que incluye comportamientos emocionales y el fin de la conducta conservadora y cautelosa del pasado.