Alwaght- El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se vio obligado a retirarse el jueves de la investigación sobre supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.
Sessions, quien estuvo involucrado en la campaña del presidente Donald Trump, se retiró de esta indagación tras haber sido revelado sus contactos secretos con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kislyak, antes de que el mandatario asumiera el cargo.
De acuerdo con las fuentes estatales, Sessions tampoco reveló este contacto en su testimonio en el Senado para ratificar su nombramiento y aseveró que las reuniones fueron en su calidad de senador y no como parte de su rol en la campaña.
“Me estoy recusando de los asuntos que tengan que ver con la campaña Trump”, manifestó Sessions en una rueda de prensa.
Esta revelación provocó una ola de críticas de los senadores republicanos y demócratas, quienes acusaron a Sessions de “mentiroso” y exigieron su inmediata renuncia.
Esto ocurrió un día después de que la Comisión de Inteligencia del Congreso de Estados Unidos anunciara que investigará los supuestos vínculos entre Rusia y la campaña de Trump.
Tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2016, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar supuestamente involucrado indirectamente en los ataques contra el proceso electoral según informaciones publicadas en las cadenas de televisión NBC, CBS y ABC en base a declaraciones de funcionarios bajo la condición del anonimato.
Esto se produce mientras que Rusia ha rechazado en reiteradas ocasiones estas acusaciones y las ha calificado de “gratuitas e infundadas”.
Por su parte, Trump ha descartado que cualquiera de sus asesores o miembros de su campaña haya tenido contactos con Moscú antes de las elecciones presidenciales y calificó estas acusaciones como un “complot” perpetrado por medios de comunicación hostiles.