Alwaght- El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su grave preocupación por las tensiones étnicas y religiosas en Myanmar que llevaron a la violencia contra los musulmanes de la etnia Rohingya.
La situación de la vida para los musulmanes es preocupante, especialmente en la provincia de Rajine, donde las tensiones entre los budistas y musulmanes han subido.
"Las tensiones étnicas y religiosas provocan la violencia, la pérdida de vidas y el desplazamiento de poblaciones y la pérdida de la propiedad y pérdida de los bienes y activos", añadió el secretario general de la ONU.
Las condiciones en el estado de Rajine llevaron a una preocupación generalizada en el nivel nacional e internacional. La mayor parte de los 1,1 millones de musulmanes Rohingya son sin estado y sufren del racismo en el estado de Rajine, enfatizó Ban Ki Moon.
Desde 2012 y después de la invasión de los budistas a los musulmanes Rohingya, la provincia de Rajine en el oeste de Myanmar la violencia contra los musulmanes ha sido revelada ante la opinión pública global. Pero, después de casi tres años, la situación no ha cambiado mucho para los musulmanes en este país.
El gobierno de Myanmar cree que los musulmanes en Rajine son los inmigrantes ilegales que han viajado desde Bangladés, por lo tanto no reconoce sus derechos civiles.