Europa registró casi 26.000 casos frente a solo 611 en todo el continente americano en 2015
Unos 105 países, algo más de la mitad de los que hay en todo el mundo, no han alcanzado el porcentaje de vacunación necesario para frenar la transmisión del sarampión, al no llegar al 95 por ciento de los niños a los que les tocaría la primera dosis por edad.
Así se desprende de la primera entrega del informe 'Medicamentalia', elaborado por la Fundación Civio, que ha analizado la relación existente entre los niveles de inmunización de distintos países, la prevalencia de un grupo de concreto de enfermedades y los precios de las vacunas que pueden frenarlas.
En el caso del sarampión, la media de los países de bajos ingresos está por debajo del 83 por ciento de cobertura y en el grupo de los más ricos se acerca al 95 por ciento, necesario para formar un escudo capaz de frenar la transmisión del sarampión, la llamada 'inmunización de rebaño'. Esto explica, en parte, que en 2015 se registraran unos 200.000 casos en todo el mundo y causara un total de 73.844 muertes de niños menores de 4 años.
"El contagio no es un problema local, ni regional, ni tiene en cuenta los niveles de ingresos de un país", recuerdan los autores de esta investigación. De hecho, ese año Europa registró casi 26.000 casos frente a solo 611 en todo el continente americano, donde la gran mayoría de ellos se registraron en Canadá y Estados Unidos. De hecho, sólo Alemania alcanzó los 2.464 casos en 2015, solo superada en Europa por Kirguistán.
Además, lamentan que este problema persiste en otras enfermedades como la difteria, el tétano y la tos ferina, ya que la inmunización que otorga la vacuna contra estas enfermedades también "está lejos de ser suficiente en muchos países", ha añadido Eva Belmonte, responsable del proyecto.
Cuestionamiento
Los autores admiten que el problema no es por falta de recursos, ya que en los países más desarrollados el origen hay que buscarlo en el alcance de los programas de vacunación, que deja fuera a algunas comunidades aisladas, y en la falta de confianza en las vacunas. Así, a veces el problema no tiene nada que ver con la disponibilidad, sino por padres que deciden no vacunar a sus hijos pese a la evidencia científica. De hecho, el informe alerta de que siete de los diez países con menor confianza en las vacunas son europeos. El que más es Francia, según los resultados del informe 'The Vaccine Confidence 2016' realizado a partir de 65.819 entrevistas en 67 países.
Así, un 40 por ciento de los franceses encuestados (frente a una media del 12 % en los datos mundiales) respondieron que estaban en desacuerdo o totalmente en desacuerdo con que las vacunas son seguras. "Con la desconfianza en la vacunación sobre la mesa, es importante recordar todos los éxitos logrados gracias a las vacunas", recuerdan los responsables de esta investigación.
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