Alwaght- Nadie acogió el lunes al primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, tras su llegada a la residencia y la oficina de la primera ministra británica, Theresa May, en Downing Street, donde fue obligado a esperar.
De acuerdo con las fuentes locales, Netanyahu esperó en las escaleras e hizo sonrisas artificiales para ocultar su ira ante los periodistas.
Mientras tanto, no pudo ocultar su indignación y cuando se abrió la puerta de la oficina de la primera ministra británica, entró sin esperar la salida de May, a diferencia de los protocolos.
Sin embargo, ambos funcionarios salieron y dieron las manos para mantener su posición ante los periodistas e iniciaron su reunión.
Esto se produjo mientras que cientos de británicos defensores de los derechos palestinos en Londres, capital del Reino Unido, recibieron a Netanyahu con protestas.
Los manifestantes gritaban consignas contra el régimen de Israel y portaban pancartas donde que se leía “Palestina libre”, “Fin a la ocupación israelí”, entre otros.
En esta reunión las partes dialogaron sobre una “frente común” contra Irán así como la expansión de los asentamientos israelíes; una medida que solo contribuye a socavar los esfuerzos de paz en el Oriente Medio.
El régimen de Tel Aviv sigue sus políticas expansionistas en los territorios ocupados palestinos pese a que la construcción de asentamientos israelíes en tierras palestinas es considerada “ilegal” por las Naciones Unidas, la Unión Europea y un gran número de países y organismos internacionales.
Más de medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales construidos en los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), ocupados desde la Guerra de los 6 Días, en 1967.