Alwaght- El nominado para secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, declaró el miércoles que está a favor de mantener las sanciones actuales contra Rusia hasta que el presidente Donald Trump asuma el poder.
Durante la audiencia de confirmación en el Senado, Tillerson calificó las sanciones como una importante herramienta de la diplomacia estadunidense y afirmó que estas sanciones tienen como objetivo proteger los intereses económicos de Estados Unidos.
El funcionario norteamericano pronunció estas delaciones al referirse a los presuntos hackeos de Rusia durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos, algo que ha sido rechazado por Moscú.
En otras partes de sus declaraciones, Tillerson rehusó calificar al presidente ruso, Vladimir Putin, de “criminal de guerra” después de que el senador republicano Marco Rubio le preguntara: “¿es Vladimir Putin un criminal de guerra?” por su apoyo a Siria, haciendo referencia a las operaciones militares en la provincia de Alepo, noroeste de Siria.
“Debemos tener claridad sobre nuestra relación con Rusia. Rusia presenta hoy una amenaza, pero no es impredecible en el avance de sus propios intereses”, aseveró el funcionario estadounidense.
Tillerson también habló sobre Cuba y criticó el restablecimiento de relaciones con la isla caribeña, por considerar que esta apertura “no estuvo acompañada por una significativa concesión en (el tema del respeto a los) derechos humanos (por parte del gobierno de la isla)”.
Durante este evento, Tillerson demás habló sobre el acuerdo nuclear alcanzado con Irán y subrayó que apoyará la “revisión total” de este pacto, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Este acuerdo alcanzado en julio de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, y Francia, más Alemania), tenía como objetivo aliviar las sanciones contra Irán a cambio de limitaciones en las actividades nucleares del país persa; sin embargo, Estados Unidos renovó el pasado 1 de diciembre las sanciones contra Irán por otros 10 años con el fin de intentar aislar a Teherán.