Luego de un año de investigaciones, arqueólogos -en el que estamos incluidos- y estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal y la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de Huaraz, descubrieron en la provincia de Recuay, a unos 20 minutos de la Ciudad de Huaraz y en pleno corazón del Callejón de Huaylas, una estructura piramidal escalonada en el lugar conocido como “Pueblo Viejo”, conocido por la población local como el Pueblo Viejo de Recuay.
La pirámide parece corresponder al tipo de estructura conocida por los arqueólogos como “Ushnu”, un lugar ceremonial en donde el mismo Inca presidía la fiesta del Sol o Inti Raymi. Este descubrimiento cambiaría la manera en la que se conoce cómo operó el antiguo imperio del Tawantinsuyo en sus provincias principales y abre las puertas para conocer la dinámica de la civilización Inca en el Callejón de Huaylas.
Se pensaba que este lugar correspondía solo a un asentamiento Inca de rango inferior, pero este descubrimiento realizado gracias al interés de las autoridades provinciales que tienen en investigar y conservar este sitio para que sirva de eje cultural en la Ciudad de Recuay. La Municipalidad Provincial de Recuay y la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional Federico Villarreal, auspician el Proyecto de Investigación Arqueológica Recuay.
Algunos investigadores que llegaron a este sitio previamente vieron esta estructura solo como un promontorio natural, y no dimensionaron el nivel del sitio por estar debajo de un gran bosque de eucaliptos y espesa vegetación. Sin embargo, el sitio alberga estructuras incas tales como kanchas, callanca, un posible acllahuasi o templo de mujeres escogidas y consagradas al Inca, una compleja red hidráulica y terrazas agrícolas y colcas para el almacenamiento de alimentos, cementerios y hasta calles y caminos.
Se ha podido constatar las diferentes afectaciones que ha tenido el sitio como huaqueo y actividades agrícolas, en donde se halló, además, restos de cerámica desde la época de la Cultura Recuay, así como chulpas o mausoleos de piedra que anteceden por más de mil años al imperio de los Incas.
“Esta es la evidencia de que la zona ha sido de gran importancia para las diferentes culturas originarias del Callejón de Huaylas”, refirió Milto León Vergara, alcalde de Recuay.
El sitio se ha investigado gracias al apoyo de arqueólogos y estudiantes de diferentes partes del Perú y otros países, como Brasil y Colombia en conjunto con la municipalidad que destinó fondos para una primera fase que buscó declarar el sitio como Patrimonio Cultural de la Nación en la categoría de Monumento Arqueológico.
El descubrimiento se realizó gracias a la aplicación de técnicas no invasivas, mediante la elaboración de un plano total del sitio con el uso de drones para isometrías y modelos 3D, ortofotografía aérea, levantamiento con estación total y técnicas tradicionales como la elaboración de croquis con lápiz y papel milimetrado.
“Gracias al apoyo de instituciones como la UNASAM, la Universidad de Sao Paulo y personalidades como el Dr. Luis Jaime Castillo, es que podemos contar con un completo mapa y un Sistema de Información Geográfico de un sitio que alberga más de 150 hectáreas y dos comunidades campesinas, lo que nos permite además monitorear su conservación”, afirma el alcalde.
La “nueva” pirámide descubierta cuenta con una altura de unos 10 metros, y su hallazgo fue posible debido a que las comunidades campesinas no destruyeron sus construcciones por considerarlas sitios sagrados.
Los ushnus son lugares en los que los antiguos gobernantes locales realizaban las ceremonias rituales en los cuales se bebía y se ofrendaban líquidos y eran usados como una estrategia de dominación inca aún poco investigada, y que tuvo características de observatorios astronómicos. En este Ushnu se observa un concepto social donde prima la identidad cultural local en armonía con ciertos elementos imperiales. En lo que la mayoría de investigadores de la época inca sí coinciden, es que los Ushnu son elementos importantes en la planificación de las capitales provinciales, por lo que su presencia nos obliga a cuestionar el papel del Callejón de Huaylas en la organización social Inca. No sabemos si esta estructura fue construida previamente a la llegada de los Incas, pero sí se han descubierto tumbas que se remontan incluso hasta mil años antes de su llegada, lo que nos obliga a replantear el carácter de la dominación Inca en la zona.
Debido a la importancia del sitio, arqueólogos de la Universidad de Chile están coordinando una visita el próximo año, y quienes gracias a una beca de movilidad de la Alianza del Pacífico recientemente otorgada y avalada por el Proyecto Pueblo Viejo de Recuay fortalecerán las investigaciones sobre el carácter Inca en las provincias del Tawantinsuyo.❧
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