El pintor checo Josef Capek acuñó la palabra robot en 1920 y su hermano Karel la introdujo en la obra teatral de ciencia ficción R.U.R. Desde entonces su desarrollo ha sido más o menos lento pero imparable y lo cierto es que en este tiempo hay muchos robots entre nosotros.
Los llevamos en el bolsillo en forma de móvil, pueden cuidar a ancianos, niños y enfermos, desfilar como modelos y jugar como mascotas o al ajedrez, incluso, conducir vehículos o recolectar cosechas.
La combinación de la inteligencia artificial, el procesamiento de datos, la digitalización, los sensores y la automatización de las máquitas harán que en las próximas dos descadas viviamos una auténtica revolución.
¿Cómo será la convivencia entre robots? ¿En qué nos sustituirán? ¿Cómo afectará a nuestra vida cotidiana a nivel individual y colectivo?
Las mañanas de RNE ha trasladado estas y otras cuestiones a Gloria Álvarez, ingeniera, profesora de innovación y socia directora de Dubitare, una agencia especializada en investigación social aplicada, quien asegura que "hay inteligencia artificial débil y fuerte. A día de hoy hay algoritmos que con un software resuelven probleas específicos. Lo que es la inteligencia fuerte, el comportarse como humano está bastante lejos".
Andrés Ortega, experto en analizar los efectos sociales de las nuevas tecnologías y autor del libro La imparable marcha de los robots, incide en que los robots "no solo trabajan con memoria, aprenden por sí mismos". También apunta que lo que sí les falta a los robots es "la capacidad crítica y creativa, y la conciencia, que todavía no ha llegado".
Cómo afectará al empleo
Según Adrés Ortega, en un par de décadas se pueden perder entre un 40% y un 60% de empleos mientras que se crearán muchos menos puestos de trabajo.
"Los empleos que están más en riesgo son los más repetitivos pero también afectará a trabajadores de banca, brókers y la novedad es que van a remplazar los trabajos de clase media típicos, mientras los nuevos trabajos estarán en demanda pero no se cubrirán totalmente", explica Ortega.
En este sentido, Gloria Álvarez define varias estrategias para afrontar el futuro: "Mejorar tus habilidades cognitivas, hacerse a un lado y desarrollar las cosas que no saben hacer los robots, trabajar con estas nuevas tecnologías, especializarse en un área dentro de su campo de trabajo que no pueda ser suplementada por un robot y dar un paso adelante, como hacen otros países para construir este nuevo futuro", algo que ya están haciendo en Japón.
rtve