Al-Waght- Desde el principio de la crisis siria, la postura tomada por el Gobierno turco era diferente al proceso iniciado en las relaciones bilaterales de Damasco-Ankara desde hace 10 años antes del comienzo de dicha crisis. Lo indicado causó un giro ambiguo en las políticas exteriores turcas que estaban condenadas a fracasar desde el principio. Debido a la nueva postura de Ankara, no sólo Turquía y Siria se vieron envueltos en una crisis sino que también fueron afectadas las relaciones de Ankara con otros países regionales, especialmente Irán y Rusia. Entonces puede decirse que la nueva política es totalmente diferente a la política de ¨ eliminar la tensión con los vecinos¨.
Actualmente, parece que los siguientes factores pueden motivar a Turquía para reformular su política en Oriente Medio:
1. La verdad es que la política exterior de Turquía ha sido un fracaso respecto a las evoluciones de Siria. Las autoridades de Ankara imaginaban que con la victoria de los opositores del presidente sirio Bashar Al-Asad, Turquía gozaría de un papel importante en el futuro de Siria pero recientemente se han dado cuenta de que han cometido un error ya que el país turco no sólo no ha alcanzado ninguno de sus objetivos originales sino que se ha enfrentado a numerosos desafíos que cuentan de una dura derrota en la política exterior turca en la región.
2. Los kurdos de Irak también pueden alentar al Gobierno turco para cambiar su política regional. La declaración de la autonomía de kurdos sirios realmente alarmó a las autoridades de Ankara. Desde el principio de las evoluciones de Siria, Erdogan prestaba mucha atención a las actividades de los kurdos e incluso anunció que se formaría una zona segura en las fronteras norteñas de Siria. Puede decirse que dicha política también resultó en un fracaso puesto que el anuncio de la autonomía de kurdos Sirios, considerando su relación con los kurdos de Turquía y especialmente con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (el PKK, en kurdo), por un lado puede perjudicar el proceso de resolución de la cuestión kurda y por otro intensificar las actuaciones de los kurdos en contra de Turquía en las ciudades sirias. La formación de campamentos conjuntos entre el PPK y kurdos de Siria en el norte del país árabe puede hacer daño al futuro político de Erdogan debido a la toma de medidas incorrectas acerca de Siria. Apoyando a los opositores sirios, el presidente turco prácticamente creó un ambiente adecuado para la unión de los partidos kurdos de Turquía y de Siria. Es posible que esta decisión provoque más divergencias entre Erdogan y los partidos rivales del Gobierno turco. Entonces el presidente turco se ve obligado a cambiar su postura en Oriente Medio para controlar a los kurdos de su país.
3. La tercera razón del cambio de postura por parte del Gobierno turco pueden ser las protestas internas del país. Las manifestaciones de la Plaza Taksim, que todavía continúan bajo diversos pretextos, gozan de mucha importancia cuando las estudiamos en el contexto de las evoluciones regionales. El golpe militar en Egipto fue planeado y realizado de la misma manera que el golpe de estado en Turquía cuando el ejército turco logró derrocar a Necmettin Erbakan y esto ha alarmado a Erdogan. El presidente turco tiene miedo que las protestas continúen en Turquía porque es posible que resulten en otro golpe de estado ejecutado por el ejército turco con el mismo modelo que fue utilizado en Egipto.
4. Como el cuarto factor se puede mencionar las divergencias entre Turquía y Arabia Saudí debido a las evoluciones regionales especialmente las de Egipto. Después de la Primavera Árabe, Erdogan y el partido de la Justicia y el Desarrollo se han convertido en los mayores partidarios de movimientos de la Hermandad Musulmana en la región pero ahora han perdido a Egipto como el país en el que la Hermandad había asumido el mando y había sido el más poderoso movimiento en la región. Mientras tanto, Arabia Saudí está contenta de las evoluciones egipcias y ha apoyado la eliminación de la Hermandad Musulmana. Esta disputa entre el país árabe y Turquía ha causado una brecha en el frente occidental-árabe-turco.
5. Por último, cabe mencionar las políticas de Estados Unidos respecto al caso de Siria y la respuesta negativa de Washington al ataque militar. Turquía ha anunciado muchas veces su insatisfacción acerca de la flexibilidad de EE.UU ante las evoluciones de Siria. Parece que se ha perdido la última esperanza del Gobierno de Erdogan para un ataque militar estadounidense a Siria y ahora Ankara se ve a sí mismo más solo que nunca en el frente anti-sirio.
En general, los puntos indicados en este artículo alientan al Gobierno de Turquía para repensar su postura regional en Oriente Medio. Ahora se debe esperar para ver hasta qué punto continúan la testarudez y la ambición de Erdogan y Davutoglu.