Al-Waght- La historia de la política exterior de Turquía en los años después de la caída del Imperio Otomano, representa los esfuerzos de las autoridades turcas para cumplir con las demandas de Occidente, especialmente las de Estados Unidos. Este proceso continuó hasta cuando el Partido de la Justicia y el Desarrollo(AKP) en Turquía asumió el cargo en 2002. A partir de entonces, fueron presentados nuevos objetivos de política interior y exterior de modo que Turquía eligió su primera prioridad; convertirse en un poder principal en la región. Por lo tanto, el Gobierno turco anunció que tiene la intención de promover su lugar en las zonas periféricas, especialmente en el Oriente Medio, obteniendo ayuda de la historia del Imperio Otomano.
Teniendo en cuenta que Erdogan es el primer presidente turco elegido por voto directo del pueblo, parece que ha empezado un nuevo capítulo en la historia de las evoluciones políticas en Turquía; Actualmente el poder de Erdogan y su partido se ha establecido en la estructura política del país turco más que antes y esto significa que el presidente puede perseguir sus políticas deseadas con más autoridad. Entonces es importante estudiar la política exterior de Turquía, especialmente en el Medio Oriente, después de las elecciones presidenciales.
Política de Turquía respecto a Oriente Medio: seguir el camino de tensión
Entre los países de Oriente Medio, las relaciones de Turquía con sus tres vecinos, Siria, Irak e Irán, son los más importantes pero durante los últimos años, el país turco ha perdido en gran medida la estabilidad de sus relaciones con Siria e Irak de modo que la amistad se ha convertido en hostilidad y relaciones tensas.
1. Turquía y la crisis siria: Desde el comienzo de la crisis, la postura tomada por el gobierno turco planteó muchas preguntas y ambigüedades porque fue en contra del proceso, que había empezado al menos hace 10 años y antes del inicio de la crisis, en las relaciones entre Turquía y Siria. En realidad, desde el principio, Turquía cometió un error respecto al papel del occidente, especialmente de Estados Unidos y la OTAN, en las evoluciones de Siria. El Gobierno turco imaginaba que si el caos en Siria se convertía en conflictos militares, el occidente repetiría la historia de Libia y comenzaría otra intervención militar. Sin embargo, el paso del tiempo y la posición tomada por Estados Unidos y la OTAN ante los acontecimientos en Siria mostraron que los turcos no habían estimado la situación precavidamente. Con los aviones de combate turcos siendo atacado en el espacio aéreo sirio y la ignorancia de EE.UU y la OTAN al respecto, se hizo evidente la desgana de occidente para dirigir la intervención militar en Siria. Por fin dicha ignorancia por parte del occidente resultó en la protesta de Erdogan, y el presidente turco criticó públicamente al gobierno estadounidense y demandó que la casa blanca determine una posición clara ante las evoluciones sirias y tome una decisión sobre apoyar a los opositores de Bashar Al-Asad.
2. Turquía e Irak: El ataque militar de Estados Unidos a Irak causó la formación de una política nueva turca en Irak, y Ankara hizo esfuerzos por influenciar en el país árabe. En este sentido, el gobierno turco adoptó dos políticas de modo simultánea: En primer lugar, el Gobierno de Erdogan imaginaba que puede alcanzar sus objetivos en Irak a través de la economía así que empezó a invertir ampliamente en este país y aumentó su comercio bilateral a 6 mil millones de dólares en 2010. En segundo lugar, Ankara comenzó a apoyar claramente a los partidos suníes del Gobierno iraquí ante las fracciones chiíes. Entonces por un lado, criticó las actuaciones del gobierno iraquí y mostró su oposición de modo abierta y pública, y por otro, pidió que el primer ministro iraquí trate de acercar sus políticas lo más aceptable posible a los partidos suníes con lazos estrechos con Turquía.
Por fin, Turquía que experimentó un fracaso en seguir indicadas políticas, decidió tomar una medida histórica y tratar de normalizar las relaciones con los kurdos norteños de Irak. El Gobierno turco cambió sus políticas respecto a los kurdos iraquíes en 2008 a pesar de que al principio estuvo completamente en contra de la idea del apoderamiento de los kurdos y de la obtención de privilegios por su parte debido a su temor por el contagio del sentimiento nacionalista en las regiones kurdas de Turquía. Incluso en 2007, en respuesta a los esfuerzos de los kurdos iraquíes para tomar el control de Kirkuk, Ankara amenazó de ataque militar para detenerlos. Entonces puede decirse que las autoridades turcas tomaron dicha decisión, para restablecer las relaciones con los kurdos y fortalecer su apoyo a los árabes suníes iraquíes, teniendo en cuenta que el poder principal en Irak siempre está en las manos de los chiíes debido a la pirámide de población iraquí y naturalmente las opiniones de los políticos del país árabe serán más afines a la ideología iraní.
Mientras tanto, después del fracaso de dichas políticas en las elecciones parlamentarias de 2014, Turquía consideraba a los partidos suníes como los perdedores de las evoluciones de Irak, así que, cambió su enfoque otra vez y empezó a apoyar al EIIL indirectamente. Como consecuencia, la relación de Turquía con el Gobierno central de Irak se ha oscurecido debido a la crisis siria y a los acuerdos entre Ankara y elGobierno Regional del Kurdistán (GRK).
3. Turquía e Irán: Irán y Turquía son vecinos y potencias regionales que se encuentran en las zonas más sensibles del mundo, incluyendo a Oriente Medio, Asia Central y el Cáucaso. Los dos países tienen su propio sistema ideológico, intereses especiales, una serie de beneficios comunes y algunos conflictos. También existen varios factores que afectan a sus relaciones y causan fluctuaciones en las relaciones bilaterales.
Durante los últimos años, Irán y Turquía han reforzado sus relaciones políticas y de seguridad y se puede observar lo mencionado tanto en las reuniones bilaterales entre los líderes políticos como en diferentes terrenos de cooperación. Mientras tanto, la crisis siria y la postura tomada por el Gobierno turco pusieron a la República Islámica en una posición sensible por una parte como un aliado de Siria y por la otra como un país que ha estrechado sus lazos económicos y políticos con Turquía. Las divergencias entre Irán y Turquía respecto al caso sirio, es un asunto que por sí mismo podría oscurecer los nexos Teherán-Ankara, no obstante la adopción de buenas medidas por parte de Irán y así mismo, el interés de Turquía por no perder las relaciones con Teherán ha resultado en que las relaciones permanezcan en un nivel satisfactorio.
Actualmente, parece que las dos partes tienen muchas ganas de extender las cooperaciones en los campos económicos, políticos y de seguridad, también aunar los esfuerzos para superar las crisis regionales e internacionales. En este sentido, el aumento de las cooperaciones económicas tanto en el ámbito de intercambio de bienes y servicios como en el terreno de la energía puede fortalecer los nexos amistosos entre los dos vecinos. La igual postura de ambos gobiernos ante la energía nuclear pacífica podría elevar su posición tanto en la región como en el mundo. Entre tanto, es de suma importancia el giro gradual en la política exterior de Turquía en Oriente Medio, especialmente respecto a Siria, Irak y el papel que podría desempeñar Irán en mejorar los lazos Ankara-Damasco y Ankara-Bagdad, y una vez poder acercar las políticas regionales de Irán y Turquía.