Al-Waght- Con la salida de los últimos soldados ingleses de Afganistán en agosto de 2014, el país occidental persigue sus políticas deseadas en este país a través de otras opciones como; hacer contacto con corrientes y movimientos políticos o personalidades importantes afganas, ejecutar operaciones de espionaje y facilitar el enfrentamiento para los grupos de Talibán y etc.
El funcionamiento de las fuerzas inglesas en Helmand muestra que el país europeo no cree en los ataques militares para resolver los problemas en Irak y ha empleado su tiempo en este país espiando, haciendo contactos y otorgando privilegios a algunos grupos de Talibán. También ha seguido las negociaciones de paz en secreto con los opositores del gobierno afgano e incluso había cedido algunas áreas de Helmand a los talibanes. Además, los ingleses sólo perdieron cinco soldados en Irak gracias a sus acuerdos con Talibán y la verdad es que no sólo no luchaban con los talibanes sino que a veces hacían las cosas más difíciles para las fuerzas de seguridad afganas en la indicada provincia armando a los militantes talibanes o ayudándoles a moverse hacia al Norte o a las zonas francas de guerra.
Las políticas del gobierno inglés para establecer la paz y la seguridad en Afganistán no han sido en el mismo marco que las de Estados Unidos. El país europeo ha prestado más atención a los grupos islamistas y ha extendido su influencia ampliamente y profundamente en las capas subyacentes de Afganistán. La historia de la presencia británica en Afganistán no se limita a hace dos décadas o al tiempo después del ataque estadounidense a Afganistán en 2001. Este país extra-regional ha empezado sus intervenciones en Afganistán hace más de dos siglos en el tiempo del rey Shuya en 1809. Afganistán siempre ha tenido valor estratégico considerable para Inglaterra así que durante estos años, las autoridades inglesas han colaborado con la mayoría de los movimientos y grupos políticos. También han cambiado algunas veces los gobiernos afganos en la historia reciente de Afganistán y han experimentado tres veces amargos fracasos en sus enfrentamientos contra los afganos.
Cabe mencionar que el país británico ha tenido la responsabilidad de luchar contra las drogas en Afganistán pero durante los años de la presencia de las fuerzas inglesas en la provincia estratégica de Helmand no sólo no se ha reducido el cultivo y la producción de drogas sino que ha aumentado significantemente ya que los ingleses han decidido adaptar la política de transacción, negociación, o incluso chantaje. Entonces la responsabilidad de Inglaterra, anunciado por los miembros de la OTAN, para establecer la seguridad y erradicar las raíces del cultivo de opio y otras drogas en Afganistán han sido interpretada y realizada de otro modo. Una vez el ministro de defensa inglés dijo que Afganistán merece la pena este número de víctimas; tal vez lo mencionado sea una de las razones para la satisfacción de la autoridad inglesa sobre la presencia del país británico en Helmand.
Finalmente se puede concluir que claramente Inglaterra permanecerá al lado de las tropas estadounidenses más que cualquier otro país europeo ya que desesperadamente les necesitan para mantener su interés regional. Así que el país británico no tiene la intención de perder en primer lugar Helmand y Afganistán, y en segundo lugar su presencia en la región y seguramente perseguirá sus políticas de modo que garanticen su enfoque de estar presente en Afganistán.