Gabriele Rossetti, oro en tiro al plato, supera al bronce de papá Bruno en Barcelona 92
Gabriele Rossetti no había nacido los Juegos de Barcelona 92, cuando su padre Bruno celebró el bronce olímpico en skeet, tiro al plato. Ayer Gabriele mejoró a su padre y ganó el oro en el campo de tiro de Deodoro. Su padre, que entrena a los tiradores franceses, vio la final escondido detrás de una columna. No quería que nadie se le acercara. Quería disfrutar de su hijo después de que en el desempate para meterse en la final eliminara, precisamente, a los franceses. “Es mejor que yo. Cuando llegué a los Juegos de Barcelona y vi la gente que había me asusté. Gabriele estos días me dijo que era una competición como otras”, contaba ayer el padre.
Su hijo de 21 años ganó el oro en sus primeros Juegos clavando además 94 platos de 94. “Es una pequeña revancha por el bronce de mi padre en Barcelona… Perdió dos posiciones en el último disparo”, recordaba Gabriele que con siete años ya cogía la escopeta del padre, nacido en Francia, y empezaba a enamorarse del tiro.
“He pasado diez días haciendo fotos sin parar, mirando boquiabierto todo lo que pasaba en una Villa que no duerme nunca. Me he encontrado con historias y culturas diferentes, desde el atleta que desayuna pizza hasta el que sale a correr a las dos de la madrugada”, relataba un emocionado Gabriele recordando que el padre le abrió las puertas de la torre en la que se aloja la expedición francesa para presentarle a sus ídolos: Tony Parker y Boris Diaw.
Shafaqna