Alwaght- En pasado julio, el movimiento popular Ansarolá y el Congreso General del Pueblo (liderado por el expresidente yemení Ali Abdolá Saleh) acordaron crear un consejo político, una decisión que generó diversas reacciones. Este artículo aborda las consecuencias y las amenazas de este acuerdo para la revolución yemení.
1. Consejo Político reemplaza a la Declaración Constitucional
Tras la entrada de las fuerzas de Ansarolá y de los comités populares en Saná (capital) y el asedio del palacio presidencial, el jefe de Estado Abd Rabu Mansur Hadi presentó su renuncia al Parlamento mediante una carta. Ansarolá consideró que esta dimisión era una forma de chantaje para allanar el terreno hacia un golpe de Estado, por eso, cercó el palacio presidencial.
Para llenar el vacío del poder, Ansarolá llegó a un acuerdo con otros grupos yemeníes sobre una nueva Carta Magna la cual anunciaron en 2015 como Declaración Constitucional. Esa Declaración reforzó la unidad nacional e hizo que los grupos yemeníes se unieran a Ansarolá. Según el nuevo documento constitucional, el Parlamento yemení quedaba disuelto y se creaba el Consejo Presidencial Transitorio. Se acordó que el Consejo de 551 miembros tomara las responsabilidades de la presidencia durante dos años y que formara un Consejo Presidencial, constituido por cinco personas.
La disolución del Consejo Presidencial Transitorio y de la Declaración Constitucional ha sido siempre una de las demandas del Congreso General del Pueblo, encabezado por Ali Abdolá Saleh, desde hace un año y medio. Tras el anuncio, según el cual, un consejo político debe asumir la responsabilidad de los asuntos militares y políticos, algunas personas consideran esa decisión como una señal del fin del acuerdo nacional y de la Declaración Constitucional, así como del Consejo Presidencial que quería administrar Yemen durante dos años desde 2015. Esa medida de Ansarolá podría ir en su contra con el aumento de insatisfacción hacia el movimiento y acusaciones de que intenta hacerse con el poder.
Aunque en la declaración del Consejo Político Supremo no se menciona el Consejo Presidencial Transitorio ni la Declaración Constitucional, las declaraciones de Abdolá Saleh y el contenido de la declaración sobre el Consejo Político y la entrega de la mitad de los escaños de este consejo al partido de Abdolá Saleh, muestra la retirada de Ansarolá ante la petición del expresidente Saleh, es decir la disolución de la Declaración Constitucional.
2. Aumento de unidad estratégica entre los rivales de Ansarolá
La lista del Consejo Político Supremo, compuesta por 10 personas, y la elección de Saleh al-Samad, presidente del Consejo Político de Ansarolá, como el presidente del Consejo Supremo durante un año son algunas de las figuras con diferentes intenciones, lo que aumentará sin duda la unidad entre los grupos que apoyan al Gobierno de Saná.
Entre los miembros más destacados del Consejo, figuran el vicepresidente del Congreso General del Pueblo, el jeque Sadeq Amin Abu Ras; el presidente del indicado partido en la provincia suroccidental de Lahej, Qasim Labuza; el presidente del partido socialista de Yemen, Sultan Alsame y uno de los seguidores de Ansarolá y también del partido de Saleh, Naser Al-Nasiri.
El Consejo tiene como objetivo "unificar los esfuerzos para afrontar la agresión saudí y gobernar el país", conforme a la declaración emitida por las partes. Cabe decir que Ansarolá y sus aliados, así como los grupos partidarios del Congreso General del Pueblo son representados en el Consejo con cinco miembros de manera igual.
El primer acuerdo oficial entre el partido de Saleh y Ansarolá ha provocado la ira de la coalición formado por Al-Saud y los partidarios de Riad, lo que muestra el impacto del aumento del poder del gobierno establecido en Saná. Es posible que este pacto fortalezca la resistencia de yemeníes contra la coalición de Al-Saud de modo que Riad se vea obligado a retirarse y aceptar el acuerdo.
Cabe mencionar que aunque el pacto beneficia a Ansarolá en cierto modo, dificultará el proceso de toma de decisiones en la era posguerra y durante el inicio de una nueva etapa política. Se puede referir a las relaciones entre Ansarolá y Ali Abdolá Saleh así como los nexos entre los grupos yemeníes y el Gobierno de Saná como las cuestiones más importantes y ambiguas de la era posguerra. Según los análisis, la experiencia sangrienta del liderazgo de Saleh durante treinta años, sus engaños y traiciones van a poner Ansarolá en un peligro serio en el futuro.
3. La desintegración de Yemen
El acuerdo entre el partido Congreso General del Pueblo y Ansarolá también incrementa la posibilidad de la desintegración del país árabe. Contrario al Consejo Presidencial Transitorio y la Declaración Constitucional, los norteños y Ali Abdolá Saleh disfrutan de un papel muy destacado en el Consejo Político Supremo. No obstante, la rabia que los sureños y muchas tribus yemeníes sienten hacia el expresidente yemení ha terminado en su reluctancia para formar un gobierno de unidad nacional.