Alwaght- Aunque las relaciones entre Arabia Saudí y el régimen de Israel siempre se han visto influidas por la actitud del mundo árabe hacia la causa palestina y las autoridades saudíes han mantenido su compromiso al respecto, las tendencias pragmatistas en la política exterior del régimen de Riad siempre han coincidido de alguna manera con las tácticas del régimen de Tel Aviv.
Entretanto, han aumentado las cooperaciones secretas entre los servicios de Inteligencia de Israel y Arabia Saudí, en paralelo con un mejoramiento en las relaciones de las dos partes, principalmente, debido a la decisión de las autoridades saudíes de disminuir su dependencia del mundo árabe.
Los viajes de Anwar Eshki, un mayor general retirado del Ejército saudí, a los territorios ocupados palestinos para reunirse con las autoridades del ministerio de asuntos exteriores del régimen israelí muestra una recuperación de las relaciones bilaterales israelí-saudíes. Obviamente estas visitas no pueden llevarse a cabo sin una coordinación con las autoridades de alto rango del régimen de Al Saud, lo que deja claro que actualmente Arabia Saudí pretende transmitir un mensaje de amistad a Israel a través de estos encuentros no oficiales.
En realidad, las amenazas comunes en la región pueden dar lugar a una cooperación táctica entre los cuerpos de Inteligencia de Arabia Saudí e Israel. Ambos lados han alcanzado la decisión conjunta de trabajar en asuntos como las amenazas terroristas y la lucha contra la creciente influencia de Irán y los movimientos de resistencia en la región.
No se debe olvidar las realidades y las capacidades de los nexos saudí-israelíes. La verdad es que el valor añadido de los beneficios de tal relación no supera las limitaciones y las sensibilidades existentes acerca del caso de Palestina, así que las partes prefieren no hacer contactos oficiales. Aparte de las diferencias históricas y políticas que dificultan normalizar lazos entre el mundo árabe y el régimen sionista, por un lado, Riad está bajo la presión de la opinión pública y del mundo islámico y, por el otro, la cuestión palestina genera mucha sensibilidad en la región. Por tanto, la reapertura de nexos puede tener consecuencias graves para los saudíes que se consideran a sí mismos como uno de los polos primordiales del caso palestino.
Entonces, se debe decir que la reanudación de nexos saudí-israelíes depende principalmente de las evoluciones regionales, así como de otros aspectos importantes que facilitarán el proceso, entre ellos el logro de un entendimiento mutuo saudí-israelí sobre el grado y las fuentes de amenazas, la formación de alianzas temporales, la reducción de las sensibilidades generadas por la opinión pública sobre el conflicto árabe-israelí, la intensificación de las crisis regionales, el debilitamiento o quiebre de los gobiernos árabes, así como el énfasis de la amenaza de Irán, la resistencia y el chiismo.