Alwaght- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, así como su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, han declinado la invitación a participar en la apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Las oficinas de Roussef y Lula han anunciado que la decisión se debe a fuertes discrepancias que mantienen con el actual gobierno en funciones del presidente interino Michel Temer.
"Me siento madre de estas Olimpíadas", declaró Rousseff en una reciente entrevista, en la que apuntó que Lula, su padrino político y promotor de la candidatura de Río, "es el padre" de los Juegos.
Ambos fueron invitados por el Comité Olímpico Internacional (COI) a participar en la apertura del evento el 5 de agosto en el estadio Maracaná, a la que el presidente interino, Michel Temer, acudirá en representación del Gobierno brasileño.
En la misma jornada de miércoles, Roussef en un mensaje en su cuenta de Twitter enfatizó que no participará en los JJ.OO como espectadora de un acto del cual fue protagonista.
Rousseff fue apartada del cargo por el Senado el 12 de mayo pasado y fue reemplazada por Temer, quien era su vicepresidente, al que acusa de "golpe de Estado", y será juzgada a finales de agosto por supuestas irregularidades fiscales en los balances de 2014 y 2015, y si la cámara alta lo decide, será destituida del cargo.
Lula, presidente entre 2003 y 2010, y Rousseff (2010-mayo de 2016) fueron los mandatarios que lideraron la candidatura y las obras de preparación de los Juegos Olímpicos de Río desde que la ciudad brasileña fue elegida como sede olímpica en 2009.