Alwaght- En la actualidad, una de las altas prioridades de todos los países radica en la política exterior y una herramienta de esta es la formación de alianzas. Al respecto, un ejemplo notable es la división del mundo en dos bloques, Este y Oeste, durante la Guerra Fría y después de la Segunda Guerra Mundial.
En cualquier parte del mundo, hay actores que tienen más peso político que otros en su región. Estos actores intentan encontrar aliados para poder hacer frente a sus rivales. En Oriente Medio, de hecho, ocurre lo mismo. En esta región, algunos países han formado alianzas para contener a la República Islámica de Irán tanto en el campo político como militar.
El proyecto “lavar la imagen” de Israel
El régimen sionista está intentando encontrar aliados entre los países musulmanes. Hace unos años, el régimen israelí empezó a establecer relaciones con algunos países árabes o a mejorar sus relaciones con otros. Cabe mencionar que los esfuerzos del régimen sionista para establecer relaciones con el mundo árabe no se limitan solo a Arabia Saudí y los países árabes ribereños del Golfo Pérsico.
Israel considera el aspecto estratégico para elegir a sus aliados. Es por ello que decidió mejorar sus relaciones con Egipto y, tomando en cuenta esta condición, el régimen de Tel Aviv debe mejorar sus nexos con Turquía para que pueda lavar su imagen entre los países musulmanes.
El régimen israelí quiere mejorar sus relaciones con Egipto para garantizar la seguridad del sur de los territorios ocupados. Asimismo, Egipto tiene influencia en el mundo árabe, entonces, una alianza con este país ayudará a cambiar el concepto público de Israel.
La mediación de Israel entre Rusia y Turquía
El año pasado, El ejército turco derribó un avión de combate ruso. Ankara alegó que dicha nave había violado el espacio aéreo de Turquía pero los rusos insistieron en que el derribo había ocurrido cuando su nave estaba en cielos de Siria. Esta acción turca fue el preludio de tensiones entre Turquía y Rusia, mientras las posturas rotundamente opuestas de los dos países en cuanto a la crisis en Siria complicaban aún más la situación. Los rusos intensificaron sus ataques contra los grupos terroristas y los turcos proporcionaron recursos financieros a los terroristas e incluso los dotaron con más armas y equipos militares que antes.
Recientemente, los medios de comunicación han informado que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se disculpó con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, por el derribo del caza ruso. En seguida se habló del mejoramiento de las relaciones entre los dos países. En realidad, la tensión entre Ankara y Moscú no favorece al régimen de Tel Aviv. Cuando las relaciones entre estos dos países se deterioraron, Rusia se acercó más a Irán. Además, antes de este evento, Rusia apoyaba a Bashar al-Asad, el presidente sirio, y atacaba las posiciones de todos los terroristas y rebeldes en Siria.
La continuación de las tensiones entre Ankara y Moscú va en contra de los intereses de Israel, porque Rusia cuenta con una gran capacidad militar en comparación con Turquía, lo que cambia el balance de guerra a favor del frente de resistencia, incluida Siria. Por otra parte, en esta coyuntura, como Turquía fortalece a los terroristas, entonces, el régimen sionista no es capaz de gestionar la crisis. Por eso, Tel Aviv ha tratado mejorar las relaciones entre Rusia y Turquía. El principal objetivo de Israel en este proyecto es perturbar las relaciones entre Rusia e Irán, porque ve en el acercamiento de estos dos países una amenaza a la seguridad de los territorios ocupados.
En este juego, Turquía también ha querido restaurar sus relaciones con Rusia para hacer frente a Irán en el campo de batalla en Siria. Ya que la alianza entre Irán y Rusia reduce el poder de sus rivales y aumenta el poder del frente de resistencia.