Alwaght- El secretario general del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), seyed Hasan Nasrolá, ha advertido que la ciudad siria de Alepo, se convierte en el cementerio de los terroristas takfiríes.
El dirigente de Hezbolá ha hecho estas declaraciones en un discurso televisado para marcar los cuarenta días transcurridos desde la muerte del comandante de Hezbolá Mostafa Badr al-Din a manos de grupos takfiríes en Siria.
Nasrolá declaró que “estamos ante una nueva ofensiva terrorista desde el norte (Alepo) que pretende llegar hasta Damasco con el fin de derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad”. Esta nueva ofensiva patrocinada por el trío Estados Unidos-Turquía-Arabia saudí, ha sido “alimentada” por miles de terroristas extranjeros con la benevolencia de EEUU y sus aliados.
Actualmente se registran fuertes combates en la región de Alepo y Hezbolá es una parte esencial en los enfrentamientos. Además, criticó a los medios árabes que enumeran los mártires de Hezbolá y exageran los números, al mismo tiempo que ignoran las bajas del otro bando. Nasrolá reveló que durante las últimas batallas en Alepo hubo 26 mártires de Hezbolá, además de un prisionero y un desaparecido, mientras, en el lado de los grupos terroristas hay más de 600 muertos y más de 800 heridos desde el primer de junio hasta ahora.
Nasrolá aseguró que los terroristas invasores serán derrotados y enterrados en suelo sirio, la batalla de Alepo es crucial para determinar la dirección del conflicto en Siria.
Respecto a las sanciones financieras contra “miembros y allegados” de Hezbolá decretadas por Estados Unidos, Nasrolá criticó a algunos bancos libaneses que han ido más allá de las “ordenes americanas” y aplicaron las medidas de forma exagerada afectando a gran parte de la población libanesa, en especial el “entorno afectivo” de la Resistencia, tildando las medidas de agresión.
En otra parte de sus declaraciones, añadió que desde el primer día de la invasión de los terroristas de Daesh a la provincia de Nínive en Irak, el Gobierno de Bagdad no contactó pidió ayudas militares que reclamaba a Hezbolá “enviar de sus veteranos a Irak para valerse de sus experiencias” contra los terroristas de Daesh.
La movilización popular en Bahréin es una de las más libres y honrados, el régimen Al Jalifa es el lacayo de Al Saud y sirvientes del “alto comisionado británico”, ha aseverado Nasrolá asegurando que el pueblo bahreiní sabrá cómo actuar para mantener su dignidad y su libertad de expresión y no abandonará a sus líderes.