Alwaght- La agencia de noticias británica Reuters reveló que Arabia Saudí amenazó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con cortar su ayuda financiera.
Las amenazas de los saudíes causaron que la ONU borrara a Arabia Saudí de la lista de violadores de los derechos de los niños.
El pasado lunes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por primera vez, puso a Arabia Saudí en esta lista negra por haber matado a niños yemeníes, no obstante, un día después, eliminó a Riad de esta lista.
La medida de la ONU provocó duras reacciones entre las organizaciones pro derechos humanos, que tildan a Ban de haber sucumbido a las presiones de Riad.
Fuentes diplomáticas que pidieron no ser identificadas dijeron a Reuters que después de la publicación del informe de la ONU, los ministros de Exteriores de los países árabes ribereños del Golfo Pérsico llamaron muchas veces a la oficina de Ban Ki-moon. Una autoridad de la ONU consideró que los cancilleres árabes ejercieron una "presión total".
Otra fuente diplomática describió la medida de Arabia Saudí y sus aliados de chantaje y dijo que Riad usó “la amenaza y presión” para cambiar la postura de la ONU.
De acuerdo con esta fuente, los ulemas saudíes emitieron un fatwa (orden religioso) para cortar su relación y sus ayudas a la ONU ya que consideran esta organización como un instituto antislámico.
Sin embargo, el embajador saudí ante las Naciones Unidas, Abdolá al-Moalemi, alegó: “nosotros no usamos la presión ni la amenaza y estamos muy comprometidos con los principios de la ONU”.
Al-Moalemi ha rechazado la emisión de dicha fatwa saudí y ha dicho que los saudíes decidieron celebrar una reunión para elaborar un comunicado conjunto de condena a la acción de Arabia Saudí.
Al-Moalemi calificó el informe de la ONU de “exagerado” y dijo que la ONU no ha consultado con la coalición liderada por Riad. Pero, el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, aseguró el martes que había consultado con Arabia Saudí antes de la publicación del informe.
Varias fuentes diplomáticas han dicho a Reuters que la permanencia de Arabia Saudí en la lista negra de la ONU podría obstaculizar las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, la UNRWA. Arabia Saudí es el cuarto mayor patrocinador financiero de esta agencia y, año pasado, donó 100 millones de dólares a esta agencia. Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), que son miembros de la coalición que combate contra Yemen, también son otros patrocinadores de la UNRWA con un apoyo total de 50 millones de dólares al año.
Según Dujarric, los delegados de Jordania, los EAU y Bangladés han protestado ante Ban Ki-moon contra dicho informe. Algunas fuentes dicen que Egipto, Kuwait y Catar lo han rechazado.
Reuters dice que no parece que los países occidentales hayan pedido a la ONU reconsiderar el informe. De acuerdo con el documento, Riad es responsable de la muerte del 60 % de los niños yemeníes durante el último año. El texto explica que los ataques saudíes contra Yemen han dejado unos 1200 niños muertos o heridos en el país más pobre del mundo árabe.
Dujarric ha explicado que la eliminación de Arabia Saudí de la lista negra es una medida provisional y durará hasta que se aclaren los resultados de las investigaciones conjuntas de la ONU y Riad. Pero, Al-Moalemi ha asegurado que la exclusión de Riad de la lista es una decisión definitiva dado que la última decisión no será reconsiderada bajo ninguna condición.
Una fuente diplomática ha sostenido que la furia de Arabia Saudí ante la publicación del informe es natural, pero la decisión de Ban Ki-moon fue desesperante.
Otros diplomáticos también han recordado que la ONU, bajo las presiones de EEUU e Israel, se abstuvo el año pasado de incluir a Israel en la lista de los violadores de los derechos de los niños debido a los ataques israelíes contra la Franja de Gaza. Esas fuentes han llegado a esta conclusión que el secretario general de la ONU es vulnerable ante las amenazas.
Otra fuente diplomática se refiere al reciente cruce de palabras entre la ONU y Marruecos debido al uso de la palabra “ocupadas” para las regiones bajo el control de Marruecos en Sahara Occidental. Según esta fuente, la abstención del Consejo de Seguridad de manifestar su pleno apoyo a su secretario general (después de que Marruecos pidiera la expulsión de decenas de las fuerzas de la paz de la ONU en la región), ha transmitido un mensaje peligroso. Según la fuente este mensaje dice que “Ban Ki-moon no puede contar con el apoyo del Consejo de Seguridad si cualquier país haga frente a las decisiones del secretario general”.