Alwaght Durante el siglo XXI el término ‘terrorismo’, aparentemente, ha sido la palabra más usada en los medios de comunicación masiva. Antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, se utilizaba este vocablo en diferentes artículos, sin embargo, después de ese incidente se destacó más que nunca el fenómeno.
En las últimas dos décadas, el objetivo principal que ha predominado en los discursos no ha sido otro que el terrorismo y la lucha antiterrorista. Desde luego, siempre ha existido el terror, la historia está repleta de atentados destinados a matar o aterrorizar no solo a un grupo específico ya que los daños colaterales se extendían a personas como las que estaban cerca del blanco. El uso del terror se remonta a la Edad Antigua, concretamente a la época del Imperio Romano.
Actualmente, lo que llama la atención sobre el terrorismo es que se ha extendido en todo el planeta. El mundo de hoy se enfrenta a la 4ª oleada del terrorismo, llamada ‘el terrorismo religioso’. De acuerdo con David Rapoport, a diferencia de las tres anteriores —anarquista, anticolonialista y nueva izquierda que tenían tendencia secularista— esta nueva ola de terrorismo opera con una herramienta denominada ‘la religión’, así que induce a sus seguidores a luchar a favor de los mandamientos de Dios.
Por la misma razón, el terrorismo moderno no se limita a golpear a un gobierno especial sino se ha convertido en un problema global. A pesar de que Daesh y semejantes bandas terroristas hacen hincapié en que su objetivo es el establecimiento de un estado islámico, perpetran operaciones en todos los continentes en las que destaca el terror psicológico. Actualmente el 7 % de todas las muertes en el mundo se debe a los efectos directos del terrorismo.
¿Por qué Estados Unidos no tuvo éxito en el combate contra el terrorismo?
Hace unos quince años, Estados Unidos inició una guerra en Afganistán bajo el pretexto de combatir el terrorismo y la llamada estrategia preventiva, sin embargo, todavía está involucrado en combates contra el terrorismo. ¿Por qué Estados Unidos no ha logrado acabar con este fenómeno?
En primer lugar, se puede decir que Estados Unidos no ha elegido la vía correcta para enfrentarse al terrorismo. En la era de Bush, Estados Unidos envió tropas a Oriente Medio, acompañada de una amplia campaña propagandística para “erradicar” el terrorismo, pero Obama prefirió bombardear las zonas ocupadas por terroristas haciendo uso de aviones no tripulados (drones) debido a los altos costos de la guerra directa y la oposición de la opinión pública en su país con la anterior estrategia. De hecho, Washington no ha logrado eliminar a Daesh, pues los terroristas después de perder sus territorios en Irak y Siria, empezaron a realizar atentados suicidas y otras operaciones terroristas en diversas partes del mundo, especialmente en los países occidentales.
Esta forma de enfrentar el terrorismo parece más un tratamiento tópico que ha olvidado erradicar las raíces de este fenómeno. El terrorismo, en todas sus formas y apariencias, se basa en un fundamento de creencias que seguirá aterrorizando al mundo siempre que la base de sus creencias permanezca intacta. Es de mencionar que Arabia Saudí es el responsable de inculcar los pensamientos necesarios del terrorismo moderno y de reclutar a personas para luego unirlas a los grupos terroristas. Riad gasta millones de dólares anualmente para construir o ayudar a las escuelas wahabíes en las regiones más pobres, como el Este de Asia y Oriente Medio. Los libros de Muhamed ibn Abd-al-Wahhab, fundador del wahabismo, han sido traducidos a varios idiomas y distribuidos entre las comunidades.
Por un lado, EEUU nunca ha ejercido presión sobre Arabia Saudí para que deje de enviar armas a los terroristas y, por otro, los gobiernos autoritarios del Golfo Pérsico necesitan las amenazas externas para silenciar las voces internas de protestas contra sus gobiernos así que apoyan a los grupos terroristas. Las ayudas de Riad a los grupos terroristas, actualmente activos en Irak, y la creación de un muro entre las fronteras de Irak y Arabia Saudí se consideran los mejores ejemplos de doble juegos aplicadas por Riad.
El terrorismo; el trauma indeleble de Oriente Medio
Ciertamente, el terrorismo no es un fenómeno creado en Oriente Medio pues este fenómeno está presente en todos los países del mundo. Por ejemplo, desde el 11 de septiembre 2001, el número de las víctimas de grupos terroristas que no tienen ideales yihadistas ha superado a las de bandas yihadistas.
Según la organización Nueva América, durante los últimos 15 años, el número de las víctimas del terrorismo en los Estados Unidos ha sido un total de 93 personas, 45 de ellas murieron a manos de grupos yihadistas y 48 por acciones de los llamados grupos de extrema derecha, como los responsables del tiroteo de la Iglesia Charlton. También la peor masacre en Europa de los últimos años ha sido la matanza de 77 personas en 2011, cometida por Anders Breivik, un noruego simpatizante de ultraderecha. A pesar de que el terrorismo se ha extendido en todo el mundo, este nombre se ha ligado al Oriente Medio debido a la gran cantidad de atentados terroristas ocurridos en algunos países de esta región.
Daesh reemplazó Al-Qaeda en el Oriente Medio después de que este último empezó a perder su poder. Siguiendo esta lógica, la debilitad de Daesh crea una brecha que será llenada por otra banda terrorista. Las capacidades y las complejidades del terrorismo se encuentran en constante evolución. Seguramente, cualquier grupo terrorista que disfruta de tecnología, personal entrenado y una variedad de armas, será capaz de captar la atención de cualquier pueblo tanto de una región como del mundo en general.
De hecho, durante las últimas dos décadas, Oriente Medio, Paquistán y Afganistán se han convertido en una sólida base para el terrorismo moderno. Múltiples décadas de corrupción e ilegalidad en algunos países de Oriente Medio, han preparado el terreno para el surgimiento de varios grupos terroristas y posiblemente de ahí mismo se crearán nuevas bandas de terror en el futuro.