Alwaght-La corte israelí decidió no prorrogar la detención administrativa de Meir Ettinger, un colono israelí acusado de quemar viva a una familia palestina en una aldea en la ciudad de Nablus, en la ocupada Cisjordania.
El 30 de julio de 2015, Ettinger, de 23 años, junto con un grupo de colonos extremistas incendiaron la vivienda de la familia de Daubasha en la aldea de Kfar Duma, en el que murió quemado vivo un bebé de 18 meses, Ali Saad Daubasha.
Nueve días después, el padre del niño, Saad, murió en el Hospital de Soroka, donde había sido tratado por quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo. Unos días después también la madre del niño palestino murió por la gravedad de sus quemaduras. Su hermano mayor, de 4 años, sufrió quemaduras graves en más del 70 % de su cuerpo y actualmente sigue hospitalizado.
Los activistas y grupos de derechos humanos han calificado la excarcelación de Ettinger de política racista y lo han llamado una "cultura de impunidad" para los colonos y soldados que cometen actos violentos contra los palestinos.
La decisión de las autoridades israelíes de no llevar a cabo una investigación transparente sobre presunto papel de Ettinger en el caso también es indicativo de la falta general de la aplicación de la ley en la Cisjordania ocupada.
Según la organización Yesh Din, más del 85 por ciento de las investigaciones sobre la violencia cometidos por colonos israelíes contra los palestinos están cerradas y sin acusaciones y sólo el 1,9 por ciento de las quejas presentadas por los palestinos contra los ataques de colonos israelíes logran en una condena.