Alwaght- Mientras los recursos financieros de Daesh provenientes de la venta de petróleo se han reducido, el grupo que alega ser un “califato islámico” ha tomado la estrategia de diversificar sus fuentes de ingreso y, a pesar de la lucha mundial contra la financiación del terrorismo, ha logrado aumentar sus fondos fuera de las fronteras bajo el control.
El llamado Estado Islámico, conocido como Daesh, ha demostrado que, a pesar de los ataques de la coalición internacional a fin de evitar que use los recursos de hidrocarburos para financiarse, este grupo terrorista ha sido capaz de dar certeros golpes y cumplir con su presupuesto.
De hecho se puede decir que para Daesh ¡Los ingresos petroleros han disminuido pero no se han acabado!
Después de que Daesh tomara el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el 6 de enero de 2014, y declarara la formación de un califato, la coalición internacional (EEUU, Francia, el Reino Unido, Canadá, Australia, Alemania e Italia) atacó las zonas petroleras controladas por esta banda. El bombardeo de refinerías, molinos de almacenamiento, tuberías y los camiones de transporte de Daesh se encuentran entre sus blancos.
En 2015, los fondos provenientes de hidrocarburos (petróleo, gas y fosfato) constituyeron casi la mitad de los ingresos anuales que rondaron los 2 mil millones de euros, no obstante, parece que ahora no percibe un tercio de dicha cantidad, según recientes estimaciones de los expertos en terrorismo. Durante los últimos meses, este grupo terrorista ha atacado varias veces los pozos de petróleo de Libia con el objetivo de asediarlos, sin embargo, todavía no ha logrado controlar ninguno.
Esta falta de fondos, Daesh la compensa a través de otras fuentes, es decir ha aplicado la estrategia de diversificación del ingreso. Daesh ha recurrido a varias soluciones como el tráfico de órganos humanos, el tráfico de personas y drogas, el robo y tráfico de objetos históricos; estas prácticas suman el 20 por ciento del ingreso total de Daesh y otro 40 por ciento lo genera a través de impuestos, extorsión y negocios en los territorios ocupados. Según el diario británico The Telegraph, Daesh gana 20 millones de dólares al mes por inversiones en el mercado de divisas en Oriente Medio.
¿De dónde procede este dinero?
Desde junio de 2014, cuando los combatientes de Daesh robaron unos 430 millones de dólares de los bancos de Irak, Daesh está sentado sobre una montaña de dinero y ha obligado a las autoridades iraquíes a pagar impuestos. El pasado diciembre, los funcionarios iraquíes publicaron una lista de 149 oficinas de cambio de divisas en los territorios controlados y ocupados por Daesh y estos intercambios los ejecuta a través de intermediarios financieros corruptos.
Los fondos de esta organización terrorista se estiman en 2260 mil millones de dólares y su presupuesto de 2015 se estimó en 2,5 mil millones de euros, según las evaluaciones de Jean-Charles Brisard, jefe del Centro para Analizar el Terrorismo, cuya sede principal está en París, capital de Francia. Los gastos de Daesh se dedican, principalmente, a las acciones terroristas, militares y el pago del ingreso de 30 mil personas que combaten en sus filas. Mantener y asegurar las bases financieras y los recursos de petróleo, la administración de las zonas ocupados y hacer vídeos de altos costos al estilo de Hollywood constituyen otra parte de los gastos de este grupo terrorista.
De acuerdo con el diario francés Le Figaro, Daesh es el grupo terrorista más poderoso de la historia. Esta banda actualmente tiene bajo su control un territorio tan grande como Gran Bretaña o la mitad de Francia, entre Irak y Siria, territorios que son ricos en recursos naturales como petróleo, gas, fosfatos, trigo y cebada. En estos territorios, todo el pueblo con cualquier ingreso y actividades de subsistencia (industriales, comerciales y actividades bancarias) está obligado a pagar impuestos.