Alwaght- Recientemente el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó una entrevista con la revista The Atlantic, en la que hizo declaraciones polémicas sobre la situación del Oriente Medio que sorprendió a los aliados de Washington en la región, es decir, Turquía y Arabia Saudí.
A pesar de que Obama trató de explicar las políticas hostiles de Ankara y Riad en el Oriente Medio, pero en realidad, EEUU siempre colabora con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el régimen de Arabia Saudí es el principal aliado de los Estados Unidos en la región después del régimen de Israel.
Durante su entrevista el mandatario estadounidense criticó duramente a Erdogan, y lo calificó de un dictador fracasado. Afirmó que cuando asumió el poder en EEUU pensaba que el presidente turco es un líder musulmán moderado que podría mejorar las relaciones entre los países occidentales y orientales de la mejor manera. Sin embargo, declaró que "hoy en día le consideré de un dictador fracasado quien evita utilizar el Ejército de Turquía para restaurar la seguridad en Siria".
Respecto Arabia Saudí dijo que el reino árabe difunde las ideas extremistas en la región y el mundo entero. Obama atribuye al reino wahabí el haber transmitido el extremismo a un país como Indonesia, donde siempre ha existido un Islam muy tolerante.
“Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico han enviado fondos y un gran número de imames y profesores a ese país. En los años noventa, Arabia Saudí financió escuelas wahabíes en gran cantidad y organizó seminarios que enseñaban una visión fundamentalista del Islam, la preferida de la familia real”, explicó Obama.
Estas declaraciones polémicas de Obama contra sus aliados, los obliga a encontrar otro aliado en la región que beneficia sus intereses. Si buscamos en Oriente Medio solo el régimen de Israel puede apoyar a Turquía y Arabia Saudí. Y como hemos visto recientemente Turquía restableció sus lazos diplomáticos con el régimen de Tel Aviv, después de que este régimen atacó en 2010 un barco que se dirigía hacia la Franja de Gaza con el fin de romper el cerco impuesto contra esta zona costera. Por su parte, Arabia Saudí recibió recientemente una delegación israelí, tal y como, había revelado el canal 10 israelí.
No es la primera vez que analistas, intelectuales y políticos internacionales critican el rol destructivo de Arabia Saudí y Turquía, y hay razones para estas acusaciones que son las siguientes:
En el primer lugar, la adopción de Washington una política extranjera en los medios de comunicación contra sus aliados, Turquía y Arabia Saudí, a pesar del hecho que demuestra lo contrario, está estrechamente asociado con algunos de los tributos, entre ellos destaca el creciente papel de Irán en el Medio Oriente, y esto es lo que se puede leer en más de un lugar de la entrevista de Obama: "el mayor número de atacantes del 11 de septiembre no eran iraníes", o"la guerra y el caos en el Oriente Medio no terminarán, a menos que Arabia Saudí e Irán lograron vivir juntos y encontrar una manera de lograr el tipo de paz."
Segundo: Washington trata de adulterar la disputa entre Irán y los países regionales para animar a los estados árabes, especialmente Arabia Saudí y Turquía normalizar las relaciones con la entidad israelí. En este punto, Washington está tratando de rodear a Teherán a través de estados regionales y sin recurrir a la confrontación, así como salvar al régimen de Israel después de décadas de aislamiento.
Tercero: Washington puede manejar la crisis de Oriente Medio a través de una alianza israelí-Saudí-turca para enfrentar a Irán, lo que reduce la gran parte de carga estadounidense de la confrontación con Teherán, y esto es consistente con la estrategia del pivote asiático de EEUU, que requiere una concentración de Washington a Asia oriental, específicamente el gigante chino, en lugar de Oriente Medio.
Esa estrategia, anunciada por el presidente Barack Obama en Australia en noviembre del 2011, cuenta con aspectos económicos, políticos y militares, y es rechazada por autoridades chinas y norcoreanas como un intento de Washington por imponer su hegemonía en la zona.
La Casa Blanca considera a Asia como la región definitoria para el futuro de Estados Unidos, debido entre otros factores a que en el 2050 más de la mitad de la población mundial vivirá en esa zona. En los últimos años, Estados Unidos y sus aliados en la región realizaron numerosos ejercicios militares como parte de esta estrategia hegemónica y expansionista en la región Asia Pacífico
Resumen: A través de esta entrevista el presidente de Estados Unidos trató de fortalecer la política de su país hacia el Oriente Medio mediante la difusión de semillas de la discordia entre sus países, y esto es lo que le llevó a atacar a los aliados y alabó a sus enemigos regionales para satisfacer los intereses de la política maliciosa de Washington, y su estrecho aliado regional: el régimen israelí.