Alwaght- El Ejército iraquí, tras liberar Ramadi, capital de la provincia de Al-Anbar (oeste de Irak), ha dado inicio a masivos operativos para recuperar otras zonas tanto de dicha provincia como de Salah al-Din (centro), donde ya está a punto de liberar la isla Samarra.
En paralelo a la gran operación de Samarra, los soldados iraquíes han comenzado el proyecto de la liberación de Al-Jalediya, en Al-Anbar.
Entretanto, Estados Unidos busca sabotear los esfuerzos del Ejército iraquí para lograr el total de Al-Anbar con medidas como condicionar el apoyo a Bagdad con marginar a las fuerzas populares en las operaciones militares contra los grupos terroristas.
Las autoridades estadounidenses han aplicaron esta misma estrategia durante la lucha con los terroristas en Ramadi, lo que dio lugar a la sumisión del Gobierno de Bagdad y la eliminación del papel de las fuerzas populares en esas grandes operaciones. De hecho, Washington trató de alegar la oposición de los residentes de Ramadi como el motivo de la no participación de las fuerzas populares en las operaciones, de tal manera que mató dos pájaros con un tiro:
1. Mostrar un supuesto conflicto sectario entre los chiíes y suníes en Irak, difundiendo la idea de que los residentes suníes de Al-Anbar se oponen a la participación de las fuerzas populares chiíes en la lucha contra el grupo terrorista Daesh, mientras que las autoridades iraquíes han reiterado que las fuerzas populares de Irak, conocidas como Hashd al-Shabi, están formadas por chiíes y suníes.
2. Frenar los considerables avances del Ejército iraquí en Ramadi para mantener la dependencia del Gobierno de Bagdad.
Cabe mencionar que los intentos de Washington para marginar a las fuerzas populares solo dieron resultado en Ramadi, ya que los combatientes populares han desempeñado un papel decisivo en varias batallas contra los terroristas desde el inicio del conflicto.
De todas maneras, Ramadi se libró de Daesh y actualmente otras regiones de Al-Anbar son objeto de masivas operaciones del Ejército iraquí, sin embargo, la liberación de Mosul, ciudad que cayó hace más de un año y medio, sigue siendo el centro de atención en Irak.
Según las últimas declaraciones del primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, se espera que las fuerzas armadas de país inicien dentro de poco las operaciones de Mosul. En cuanto a la participación de las fuerzas populares en la liberación de Mosul, Al-Abadi aseguró hace días: “Sin duda, las fuerzas populares y tribales tomarán parte en estas operaciones hombro con hombro con los soldados del Ejército”.
Estas afirmaciones del premier iraquí se producen mientras las autoridades estadounidenses siguen insistiendo en la improbabilidad de la liberación de Mosul en un futuro próximo. Los norteamericanos implementaron este mismo plan antes de las operaciones de Ramadi, pero finalmente esta ciudad fue liberada aun sin la participación de las fuerzas populares.
En este contexto, las recientes declaraciones del el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EEUU (DIA, por sus siglas en inglés), Vincent Stewart, destapan una parte importante de la estrategia estadounidense en Irak.
“Parece poco probable que las operaciones militares para la recuperación completa de Mosul en la provincia de Nínive (noroeste) lleguen a un resultado en 2016 (…) En Mosul se requiere de una operación compleja. No creo que podamos ser capaces de recuperarla a corto plazo. En mi opinión, ciertamente, no será este año”, declaró Stewart durante una sesión de la Comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense.
Esto mientras las autoridades iraquíes, incluido el ministro de Defensa, Jaled al-Obeidi, han prometido la liberación total del territorio iraquí de los terroristas takfiríes en 2016.
No obstante, parece que Al-Abadi ya no quiere someter bajo las presiones de las autoridades estadounidenses para cancelar la participación de las fuerzas populares en las operaciones antiterroristas del Ejército, dado que ahora sabe que la falta de presencia de las fuerzas populares fue la principal causa de la prolongación de las operaciones de liberación de Ramadi.
Entretanto, es posible que los estadounidenses tengan preparado otro guión para impedir la liberación de Mosul. En este sentido, Brett McGurk, el enviado especial del presidente de EEUU, Barack Obama, informó hace unos días sobre el inicio de las operaciones de Mosul, mientras en este momento las Fuerzas Armadas iraquíes han enfocado todo su esfuerzo en las provincias de Al-Anbar y Salah al-Din y el Gobierno de Bagdad no ha hecho ningún anuncio sobre Mosul.
Con este anuncio anticipado, parece que los norteamericanos pretenden repetir sus estrategias en Ramadi. Antes de la liberación de la capital de Al-Anbar, los aviones estadounidenses bombardearon una base militar estratégica del Ejército iraquí y echaron la culpa de este grave incidente al Gobierno de Bagdad.
Obviamente, EEUU no va a permanecer con los brazos cruzados en cuanto a la operación de Mosul. Tras su fracaso en la marginación de las fuerzas populares en estas operaciones, Washington podría intentar otras vías para impedir la liberación de Mosul o por lo menos prolongar la guerra con Daesh en Irak.