Alwaght- En un evidente desafío a las sanciones de las Naciones Unidas que prohíben a Corea del Norte realizar pruebas nucleares y de misiles balísticos, la televisión gubernamental norcoreana anunció el domingo, 7 de febrero de 2016, el exitoso lanzamiento de un cohete de largo alcance, en cumplimiento de una orden del líder norcoreano, Kim Jong-un, y agregó que tras ese éxito el gobierno de Pyongyang lanzará más misiles.
Según la televisión norcoreana, el total éxito del lanzamiento del cohete Estrella Brillante-4 fue fruto de la política del Partido de los Trabajadores, basada en conceder particular importancia a la ciencia y la tecnología, y una muestra del ejercicio del derecho legítimo del país a hacer uso del espacio de manera pacífica e independiente.
El cohete fue lanzado el domingo desde la instalación de misiles y de lanzamiento espacial de Sohae, cerca de la frontera con China, en el noroeste de Corea del Norte. El cohete sobrevoló, primero, en las partes sureñas del país y luego el espacio aéreo japonés cerca de la isla de Okinawa, a 1579 kilómetros del territorio norcoreano, donde se encuentran varias bases militares estadounidenses.
Aunque las autoridades de Pyongyang dicen que el lanzamiento de ese cohete se realizó en el marco del uso pacífico del espacio, hay pruebas que contradicen sus alegaciones.
Parece que Corea del Norte realizó las recientes pruebas de misiles por diversas razones, entre ellas, en cierta medida, la comunidad internacional se lo permite al no tener una reacción contundente ante estas amenazas. Pyongyang, a pesar de alegar su poder de disuasión y mantener el equilibrio de la amenaza, busca continuar el actual ambiente de tensión en Asia Oriental mediante actos provocativos para evaluar la reacción de sus vecinos en la península coreana. En esta línea justo en la víspera del Año Nuevo Chino hizo una prueba de misiles.
Otra razón que lleva a Pyongyang realizar pruebas de misiles balísticos, es poner en evidencia su independencia ante su único gran aliado, China. De hecho, estas pruebas de Corea del Norte son rechazadas por el gobierno de Pekín.
Además, Corea del Norte intenta mostrar el fortalecimiento paso a paso de ese país para construir misiles intercontinentales, los cuales puedan alcanzar blancos a diez mil kilómetros, es decir hasta Estados Unidos.
Todo esto se produjo exactamente un mes después de que Corea del Norte realizara su cuarto test de una bomba nuclear (efectuado el 6 de enero de 2016) alegando que se trataba de su primera prueba de bomba de hidrógeno.
Otra razón es la voluntad de Pyongyang para seguir el proyecto de desarrollo de misiles, nuclear y espacial y conectar estas tecnologías con “misiles balísticos capaces de portar ojiva nuclear” con un alcance de más de diez mil kilómetros, como dijimos, que llega hasta las costas occidentales de Estados Unidos. Al considerar la mentalidad militarista de las autoridades de Pyongyang, este asunto parece ser una de las principales razones que induce a Corea del Norte a realizar las pruebas de misiles balísticos para extender las amenazas desde el este de Asia hasta las orillas occidentales de Estados Unidos.
Por otra parte, una de las razones del desarrollo acelerado del programa nuclear y balístico de Pyongyang es seguir la estrategia de cooperación con los países que tienen programa de misiles con el fin de evitar el sabotaje de EEUU en su programa nuclear y los programas de misiles balísticos de otros países. De esta forma, según las autoridades norcoreanaos, la resistencia y esta estrategia garantizan que Corea del Norte no esté sola ante los actos de sabotaje de Estados Unidos para obstaculizar el programa de misiles de Pyongyang.
Sin embargo, lo que atrae la atención es que las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que habían prohibido a Corea del Norte realizar cualquier prueba nuclear, no han podido detener el programa de misiles de Pyongyang. De esta manera, lo curioso es que un país que está bajo diversas sanciones y presiones internacionales, no está preocupado por otras nuevas sanciones. La única reacción ante ese ejercicio de Corea del Norte fueron las amenazas de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón contra Pyongyang tras la prueba nuclear del pasado mes de febrero. Pero esas amenazas finalmente concluyeron en el sobrevuelo del caza bombardero estadounidense, un Stratofortress tipo B-52, sobre la península de Corea, en la frontera entre Corea del Norte y Sur, pero ni esto tampoco ha podido frenar los nuevos programas de misiles de Pyongyang.