Alwaght-Teniendo en cuenta los recientes acontecimientos en el campo de batalla y en el área política de Siria, incluidos la liberación de las ciudades Nubel y Zahra, la celebración de la Conferencia de Múnich, la posible intervención de Arabia Saudí en Siria y las consecuencias de esos fenómenos en el futuro de Siria, Alwaght entrevistó al ex encargado de negocios iraní en Damasco Abás Golru.
Alwaght: El Ejército sirio y el Eje de la Resistencia han liberado recientemente las localidades de Nubel y Zahra en la provincia de Alepo. ¿Cuáles son los logros estratégicos de estas victorias?
Dr. Golru: En esas operaciones fueron liberadas también otras decenas de ciudades y aldeas, la mayoría de ellas suníes. Los suníes apoyaron a las fuerzas sirias en esas operaciones que son de suma importancia por varios motivos: 1.Alepo es la segunda ciudad más importante en Siria después de Damasco.
2. Los grupos armados y sus patrocinadores, especialmente Turquía, buscaban la creación de una zona de exclusión aérea en el norte de Siria —sobre todo desde Alepo hasta la ciudad de Azaz. El objetivo era tomar el control de Alepo para presentarla como la capital o sede de un gobierno interino de los opositores.
3. Fracasó el plan de EEUU para convencer a la opinión pública que existen opositores moderados en Siria. Washington considera que excepto Daesh y Frente Al-Nusra, los otros grupos en Siria están luchando por la libertad. Sin embargo, varios grupos, incluidos los que están combatiendo en las provincias de Alepo e Idlib cuentan entre sus filas a integrantes de bandas como El Ejército de los Inmigrantes que son extranjeros y han cometido muchos crímenes. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, había pedido a Lavrov que Rusia deje de bombardear Alepo e Idlib y lleve a cabo ataques aéreos en los desiertos cerca de la ciudad de Palmira. No obstante, los rusos no se dejaron engañar y continuaron atacando las regiones en las que operan los grupos apoyados por EEUU y Turquía. En cualquier caso, Washington busca salvar a los terroristas en esas zonas. Sin embargo, el Eje de Resistencia cree que cualquier persona que se alce en armas para luchar contra el pueblo y el gobierno sirios es terrorista.
Alwaght: Tras la amplia retirada de los grupos takfiríes de sus posiciones en la provincia de Alepo, Arabia Saudí propuso una intervención terrestre en Siria bajo el pretexto de combatir al grupo terrorista Daesh. ¿Qué objetivos tiene Riad? ¿Es posible que las potencias acompañen a Riad en una guerra terrestre contra Siria?
Dr. Golru: Arabia Saudí carece de fuerzas terrestres que se atrevan a luchar en Siria. Este país solo cuenta con mercenarios en Siria. Las alegaciones de Riad sobre el despliegue de fuerzas en Siria exponen su enfado por los fracasos consecutivos en el campo de batalla en Siria. Cualquier país que quiera intervenir en Siria debe hacer frente, por un lado, a un Ejército que ha podido resistir hasta ahora ante los enemigos y, por otro, debe tener en cuenta la presencia militar rusa en Siria, algo que ha obstaculizado una injerencia militar forense en el país árabe. Además, los estadounidenses temen que el envío de fuerzas a Siria de lugar a una guerra sin cuartel en la región.
Alwaght: Tras las frecuentes victorias del Ejército sirio ante los grupos terroristas, Turquía ha iniciado una limitada intervención militar en las fronteras de Siria donde bombardea las posiciones de los kurdos. ¿Cómo analiza usted el tema?
Dr. Golru: Creo que es imposible que Turquía intervenga en Siria. Los ataques turcos contra las posiciones kurdas son limitados y provisionales. La excusa de Ankara para realizar estas campañas militares es que Siria conecta a las Fuerzas del Protección del Pueblo (YPG), dependiente del Partido de Unión Democrática (PYD), con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). La injerencia militar en Siria tiene consecuencias negativas para Ankara. Además, los turcos deben tener en cuenta que hay también otros actores influyentes en los acontecimientos en el norte de Siria.
Alwaght: Recientemente se celebró la Conferencia de Múnich con la participación de las potencias mundiales y regiones, entre ellas Irán. En este foro se acordó la necesidad de lograr un cese el fuego en Siria. Considerando las últimas medidas militares de Turquía y Arabia Saudí, ¿será posible establecer un acuerdo político?
Dr. Golru: Sí, todos los participantes en la Conferencia de Múnich coincidieron en la necesidad de una tregua. Pero hay diferentes interpretaciones. En general, hay dos puntos de vista al respecto: 1. Siria, Irán y Rusia creen que la condición previa de una tregua es que se cierren las fronteras a los terroristas. Es ilógico que EEUU pida a Rusia y al Ejército sirio suspender las operaciones contra los terroristas mientras esos siguen entrando a Siria sin obstáculo. 2. Estados Unidos y sus aliados buscan crear una oportunidad para que los terroristas recuperen sus fuerzas. Buscan frenar el continuo debilitamiento de las posiciones terroristas. Por otro lado, en la esfera política, tratan de derrocar al Gobierno sirio mediante un gobierno de transición. Siria es escenario del enfrentamiento de dos flancos: uno que busca derrocar de manera ilegítima al Gobierno sirio a cualquier precio aunque sea con la matanza de los sirios. El otro, aboga por la estabilidad en Siria y pide allanar el terreno para los diálogos entre las partes internas a fin de crea un gobierno de unidad nacional. Los opositores sirios, apoyados por Riad, quieren asumir el poder por vía ilegítima, pero los sirios impiden que alcancen esta meta. De hecho, la Conferencia de Múnich fue escenario de dos puntos de vista: el primero, de los que piensan que los mismos sirios deben decidir sobre el futuro de su país y, el otro, de algunas potencias mundiales y regionales que quieren decidir en lugar de los sirios y presentan a los terroristas y opositores que residen en el extranjero como los representantes de los sirios.