Alwaght- Debido a las diferentes posturas entre Arabia Saudí y El Líbano y, a la reciente decisión de Hezbolá y el Gobierno libanés de no condenar el ataque a la embajada saudí en Teherán, Riad suspendió un programa de ayuda al Ejército libanés y a las fuerzas de seguridad interna por valor de 3000 a 4000 millones de dólares. Esta decisión provocó diversas reacciones entre los grupos políticos libaneses e incluso de los países regionales.
El primer ministro de El Líbano, Tamam Salam, lamentó tal decisión saudí y expresó su esperanza de que Riad revise esta medida. Mientras tanto, el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), en un comunicado, estableció que la decisión de Arabia Saudí no sorprendió a nadie en El Líbano. Varios funcionarios del Gobierno están plenamente conscientes de que esa medida se había tomado desde hace mucho tiempo, en particular, desde cuando el nuevo monarca (Salman bin Abdulaziz Al Saud) asumió el poder y, de hecho, muchos medios de comunicación locales e internacionales ya habían informado al respecto.
En el otro extremo y contrario a Hezbolá, el ex primer ministro libanés Saad Hariri, emitió un comunicado en el que manifiesta su apoyo a Arabia Saudí por cortar su ayuda a las fuerzas libanesas y subraya que El Líbano entiende la medida de Riad y confía que reconsidere su decisión. Esto se produjo mientras que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin también habían manifestado su apoyo a la decisión saudí.
No obstante, la verdad es que el cambio de postura de los nuevos monarcas saudíes ante Beirut es evidente desde que asumieron el poder hace más de un año y, según los medios de comunicación dependientes de Riad, El Líbano se ha convertido en la zona de influencia de Irán mientras los aliados de Arabia Saudí han quedado marginados en ese país.
De hecho, el cese de apoyo al Ejército y las fuerzas de seguridad libanesas significa que Arabia Saudí ha reconocido su fracaso ante la República Islámica de Irán y su influencia en el escenario regional. Asimismo las recientes victorias del Ejército sirio y sus aliados en las regiones norteñas del país frente a los grupos armados, apoyados por Arabia Saudí y Turquía, pueden ser evaluadas de la misma manera.
Sin embargo, según los expertos, Arabia Saudí ha tomado esta medida por diversas razones y justificaciones, entre estas destacan:
- Arabia Saudí se enfrenta actualmente a una crisis financiera debido a la caída del precio de petróleo y la reducción de los ingresos del petróleo en ese país, lo que ha provocado que el Gobierno saudí además de adoptar políticas de austeridad, elimine las subvenciones para varios servicios.
- El fracaso de los intentos diplomáticos de Riad para liberar a un príncipe saudí (Abdel Mohsen bin Walid bin Abdulaziz Al Saud), quien ha sido detenido en El Líbano por trasladar droga a bordo de su jet privado.
- El dominio de Hezbolá sobre los centros del poder en El Líbano, lo que ha provocado que el Gobierno de Beirut esté bajo la influencia y la posición de Hezbolá.
De todos modos, el fracaso de las políticas de los saudíes en El Líbano, Siria, Irak y Yemen ha provocado que los Al Saud piensen que están perdiendo su influencia en El Líbano. En la situación actual, Riad intenta implementar cualquier medida para presionar a Beirut (como el cese de ayuda militar), con la esperanza de que pueda incitar a una parte de la comunidad libanesa contra Hezbolá y otros grupos cercanos a Irán.