Alwaght- En los últimos meses, la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ha experimentado diversas crisis. En un recuento a los desafios que ha enfrentado esta zona desde septiembre de 2015, destacan el problema en la Presidencia, las dificultades financieras y la incapacidad del Gobierno para pagar presupuestos, los intensos conflictos entre los partidos políticos, especialmente el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de Masud Barzani y el Movimiento Gorran (Cambio) de Nawshirwan Mustafa, el aumento de tensiones con el Gobierno central de Irak, las protestas populares en diversas ciudades, el cierre del Parlamento y la inacción relativa del Gobierno regional.
En ese período, no se encontraba ninguna opción que resolviera esas crisis debido a las diferentes posturas adoptadas por el PDK y el Movimiento Gorran así como la fuerte caída de los precios del petróleo que causó estragos en las finanzas de esa region. Sin embargo, el último mes, Barzani, el presidente de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, tras mantener diversas reuniones con los partidos políticos de la zona, anunció su intensión de celebrar un referéndum de la independencia. En sus primeras declaraciones, Barzani dijo que si su presidencia había causado todos los problemas, estaba dispuesto a retirarse del cargo sin pedir naday, para que los políticos no dudaran de su oferta, aseguró que estaba dispuesto a vivir fuera del Kurdistán iraquí.
Barzani, al adoptar esa postura en una reunión con los jefes de la mayoría de los partidos políticos, excepto el Movimiento Gorran y el Movimiento Islámico del Kurdistán, mostró los primeros cambios en los acontecimientos políticos en esa región. Barzani busca, decisivamente, celebrar un referéndum de independencia y está dispuesto a entregar su cargo a cualquier persona que cristalice su deseo. Como primer paso, Barzani emitió un comunicado en el que informó de la celebración del referéndum de independencia antes de fin de año, si bien de carácter no vinculante. En esa nota, Barzani calificó de incorrectas las declaraciones de varias figuras internas y autoridades de los países regionales que se opusieron a la celebración de la consulta independentista. Barzani expresó su sorpresa por esas reacciones e insistió en que este tema es el derecho legitimo de los que viven en esa región. Además subrayó que la celebración de ese referéndum no significaría la independencia completa de la region del Kurdistán de Irak, pues, aseguró que tampoco se formará un gobierno independiente kurdo un día después de los resultados.
En este contexto, Barzani ordenó formar una delegación para disminuir la tensión entre las facciones políticas y reactivar el Parlamento. Posteriormente, esa delegación estuvo compuesta por la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), el Partido Democrático del Kurdistán y la Unión Islámica del Kurdistán. En su primer acto, los representantes de esa delegación se reunieron el 2 de febrero de 2016 con los jefes del Movimiento Gorran y el Movimiento Islámico del Kurdistán, liderado por Ali Bapir. Según los informes emitidos, el PDK ha expresado su satisfacción por el regreso de Yusuf Mohamad, un miembro de Movimiento Gorran, a la presidencia del Parlamento. Asimismo ha exigido el regreso de los ministros depuestos del Movimiento Gorran al gabinete de gobierno. La celebración de esas reuniones y la flexibilidad del Partido Democrático del Kurdistán ante las posturas opositoras así como la intención de pagar a tiempo el salario de los empleados gubernamentales, anunciado por el Ministerio de Finanzas de esa región, muestran el decisivo avance de Barzani y su gobierno hacia la independencia.
A pesar de que la celebración del referéndum no significa la independencia y ese anhelo no se cristalice en un futuro cercano, según las declaraciones de Barzani, los líderes de kurdos iraquíes ya han entendido, después de muchos años, que la crítica situación que atraviesa Oriente Medio es el mejor momento para insistir en su reclamo de independencia. Además, consideran este contexto de una oportunidad histórica, el cual deben aprovechar. Sin embargo, el grupo terrorista de Daesh ha desempeñado un papel importante en preparar ese terreno para que los kurdos de Irak busquen la ceseción. Por lo tanto, podría considerarse que los kurdos iraquíes están en deuda con ese grupo terrorista. Sin embargo, hay que considerar que Barzani y el gobierno del Kurdistán iraquí deben pagar altos precios en el camino hacia la independencia como la oposición de las potencias regionales y probablemente un conflicto militar con el Ejército iraquí.