Alwaght- Al menos tres soldados cataríes y uno saudí murieron el jueves en los ataques de represalia realizados por las fuerzas yemeníes contra posiciones saudíes en las regiones sureñas de Najran y Jizan.
Las fuerzas del Ejército de Yemen, respaldadas por los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá, derribaron asimismo el jueves un avión de guerra saudí en la provincia noroccidental yemení de Saada y destruyeron varios de sus barcos en la provincia suroccidental de Taiz.
El Ejército yemení además lanzó un misil balístico contra la Base Aérea King Fahd en la ciudad de Taif, oeste de Arabia Saudí, un ataque que provocó considerables daños en la base y en los equipos militares que se encontraban en la zona.
Todo esto se produjo después de que los ataques aéreos saudíes en la provincia de Saada dejaron el jueves al menos 14 muertos y cinco heridos. La cifra de las víctimas mortales podría aumentar ya que algunos heridos presentan estados de gravedad.
El grupo de expertos de las Naciones Unidas ha preparado un informe, publicado el jueves, según el cual en los últimos nueve meses, la población civil “ha sufrido hambre”, en una “deliberada” táctica de guerra.
Según ese informe, más de 80 por ciento de la población está en desesperada necesidad de ayuda alimentaria, agua potable y otras necesidades básicas.
Los expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han documentado también 119 agresiones saudíes que han violado el derecho internacional, muchos de los cuales se relacionan con múltiples ataques que han atacado a civiles.
El informe fue abordado asimismo por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien advirtió una vea más que el uso de bombas de racimo por Arabia Saudí contra Yemen se considera un crimen de guerra.
Según las recientes estadísticas de la ONU, la ofensiva saudí contra Yemen ya ha dejado más de 32 mil víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.