1. La recuperación de Ramadi es de suma importancia ya que es la capital de Al-Anbar, la provincia más grande de Irak y el bastión de los suníes. Además, esta ciudad posibilita recortar las vías de suministro de Daesh a Faluya y así debilitar a los terroristas.
2. La liberación de Ramadi es una buena noticia para los residentes en la ciudad de Mosul, cuya población llega a un millón y medio de personas. Mosul, cuyo control cayó en manos de Daesh hace 18 meses, es una de la ciudades más pobladas de Irak y es considerada muy estratégica para el grupo terrorista debido a que éstos obligan a sus habitantes a pagar impuestos, además de vender el petróleo extraído de esta ciudad. La liberación de Mosul será más difícil que la de Ramadi, pero es muy importante.
3. Antes de liberar Mosul hay que expulsar a Daesh de Faluya. Más de 700 mil personas viven en las localidades bajo el control de Daesh en esta región. Para tomar el control de Faluya, las fuerzas iraquíes utilizarán las mismas tácticas que emplearon en Ramadi, es decir cercar la ciudad y realizar ataques aéreos. Pero hay que tener en cuenta que Faluya era el principal feudo de Al-Qaeda en Irak. Por eso será más difícil derrotar a los terroristas allí. En cualquier caso, si Mosul cae, Daesh ya no puede alegar que ha creado un gobierno.
4. La conquista de Ramadi recuperó la credibilidad del Ejército iraquí, la cual había perdido al retirarse de Mosul. La victoria en Ramadi alentó a las fuerzas y al gobierno iraquíes.
5. ¿Podrá el ejército iraquí mantener el control de Ramadi? Es cierto que Daesh tiene pocos miembros (Diez mil) para volver a tomar el control de Ramadi, pero las fuerzas gubernamentales deben preservar la seguridad de la ciudad. Daesh espera una oportunidad para infiltrarse en la ciudad.
6. En la lucha por Ramadi, las fuerzas iraquíes aprendieron cómo combatir a Daesh. Aunque el número de los soldados iraquíes es mucho mayor que el de Daesh, no se debe ignorar que los terroristas mantenían el control de la ciudad durante varios meses y es posible que hayan colocado bombas en distintas partes de la ciudad o hayan cavado túneles para poder realizar atentados suicidas. El Ejército debe registrar todas las partes de la urbe.
7. Para liberar a Ramadi, el gobierno contó con el apoyo de las fuerzas suníes. Utilizando a esos combatientes y sustituyendo a los chiíes y a las fuerzas kurdas (los peshmerga), Bagdad trató de reducir las tensiones. Además, transmitió este mensaje que garantizará el papel de los suníes en el futuro político de Irak. Los suníes forman parte de las fuerzas que han asumido la responsabilidad de preservar la seguridad en Ramadi. Ellos conocen muy bien la geografía de la ciudad.
8. Perdiendo el control de las regiones que había conquistado en Irak, Daesh tenderá al terrorismo internacional e intentará llevar a cabo ataques terroristas fuera del Oriente Medio.
9. El gran reto para el gobierno iraquí es que pruebe su capacidad para recuperar la estabilidad en Ramadi y que se gane la confianza de los suníes que habitan en esta ciudad. Hasta ahora Daesh ha perdido el control del 40 % de las zonas que había conquistado el año pasado. El gobierno de Bagdad asestará un duro golpe a Daesh manteniendo el control de Ramadi. Pero no se debe olvidar un punto clave: Que Daesh todavía representa una gran amenaza para Siria.