De acuerdo con las fuentes estatales, Al-Zakzaky y varios de sus seguidores fueron procesados el martes y puestos en custodia del Juzgado Central de Instrucción, en el estado de Kaduna (norte de Nigeria).
Sin embargo, los informes no precisaron si el tribunal aceptó la defensa del clérigo o si tenía representación legal en el juzgado.
En este contexto, el titular de Relaciones Públicas de la Policía nigeriano, Olabisi Kolawole, afirmó que Al-Zakzaky ha quedado nuevamente bajo prisión preventiva y el caso de sus acusaciones fue aplazado para ser tratado en otra sesión judicial.
El pasado 13 de diciembre, los soldados nigerianos irrumpieron en la residencia de Ibrahim al-Zakzaky y mataron a cerca de 1.000 de sus seguidores, entre ellos a su hijo, y a él lo detuvieron.
Un día antes, los militares nigerianos acabaron con la vida de varios musulmanes chiíes en Zaria (norte de Nigeria), cuando participaban en el funeral de un grupo de personas que habían muerto en un ataque del grupo terrorista Boko Haram en la aldea de Kamuya, en el estado de Borno (noreste).
En un acto de violencia más reciente, el Ejército nigeriano destruyó con una excavadora la tumba de la madre de Al-Zakzaky, informó el pasado 24 de diciembre la Comisión Islámica de Derechos Humanos (IHRC, por sus siglas en inglés).