Alwaght- La Corte Suprema de Brasil falló este jueves que el Congreso debe volver a iniciar el proceso del juicio político o impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff y redefinió las reglas del procedimiento, dos veredictos que son considerados un triunfo para la mandataria del país gigantesco sudamericano.
Estos dos veredictos incluyen dos principales temas que aquí vamos a presentarlos:
1. El rol del Senado en el juico político:
Por 8 votos contra 3, los ministros del máximo tribunal brasileño decidieron que el Senado tendrá la palabra final para admitir o no la instalación del juicio contra la presidenta. Esto es un triunfo ya que en el Senado de Brasil el gobierno de los Partidos de los Trabajadores, PT, partido de Rousseff, cuenta con mayor apoyo político que en la Cámara de Diputados.
Así los jueces votaron para dar al Senado la autoridad de revisar las bases para el juicio político contra la mandataria incluso si la Cámara baja vota para procesar.
Los oponentes de Rousseff señalan que el Senado debe suspender de forma automática a la presidenta y comenzar el juicio en cuanto los dos tercios de la Cámara baja voten para proceder con el proceso.
El Supremo Tribunal Federal también acordó que el Senado puede admitir o rechazar el juicio político con una mayoría simple y no necesariamente con los dos tercios de los votos, lo que haría más fácil que se descarte el proceso contra Rousseff.
Según los analistas políticos, la presidenta puede sumar los 171 votos de la Cámara baja necesarios para poner fin al proceso. Sin embargo, advierten que las demoras podrían hacer que pierda respaldo.
2. Anulación de la comisión especial
La Corte anuló asimismo la comisión especial de mayoría opositora elegida la semana pasada por voto secreto y pidió reiniciar el proceso en una votación abierta.
El trámite de impeachment, lanzado a principios de mes por el presidente de la Cámara de Diputados y opositor férreo de Rousseff, Eduardo Cunha, fue suspendido la semana pasada por la Corte Suprema después de la polémica elección de una comisión legislativa que debe analizar en primera instancia si el proceso debe proseguir o no.
La votación se realizó de forma secreta y resultó favorable a la oposición, lo que motivó a aliados del gobierno a recurrir a la corte para frenar el proceso.
Con la decisión de este jueves, el parlamento de Brasil debe volver atrás y realizar de nuevo la elección de esa comisión, que dará los primeros pasos para destituir o no a la presidenta.
Luego será el plenario de la Cámara de Diputados quien deberá proseguir con el trámite, y según acordaron los ministros de la Corte Suprema, el Senado también deberá votar si admite o no el juicio contra la mandataria.
La oposición acusa a Rousseff de aumentar gastos sin permiso previo del Congreso y de tapar agujeros del presupuesto con préstamos de bancos estatales.
Por su parte, la mandataria brasileña que fue reelegida el año pasado, ha calificado el impeachment como un "golpe" y afirma que las denuncias no tienen ningún sustento y que recurre a cualquier herramienta legal para pararlo.
Parece que en esta guerra gana la honestidad de Rousseff a la política de engaño de sus opositores, especialmente de Cunha, quien había propuesto al gobierno de cerrar un caso de investigación sobre su corrupción en Petrobras en cambio de buscar un juicio político, la propuesta que fue rechazada por la presidenta. Ahora, el gobierno anuncia que va a seguir el proceso legal contra Cunha con más esfuerzo para sacarle de la presidencia de los Diputados.