Los crímenes perpetrados por este grupo van en aumento y sus atrocidades se han extendido de manera inesperada en los países occidentales. Los atentados en París o el tiroteo registrado en el condado de San Bernardino, en el estado de California evidencian el caso, que las creencias de los jóvenes yihadistas están inspiradas en las enseñanzas de esta red terrorista.
La situación del grupo takfirí-sionista de Daesh difiere mucho de Al-Qaeda. Daesh ha logrado ampliar sus actividades a regiones más extendidas. Las dos bandas pueden tener una misma identidad, pero sus actividades difieren en distintos aspectos. Al-Qaeda pretendía aprovecharse de la situación originada tras la caída de los dictadores regionales y la Primavera Árabe para promover su propia interpretación del Islam, pero en la práctica solo se preparó el terreno para la creación de Daesh. Al-Qaeda, al igual que Daesh, no tiene miedo de asesinar, no obstante el primero no va más allá del asesinato ya que a Daesh le gusta realizar sus crímenes de la forma más salvaje posible y propagarlo".
"Tanto Al-Qaeda como Daesh se consideran enemigos del chiismo, pero difieren en términos de funcionamiento. Aymán al-Zawahirí, líder de Al-Qaeda, advierte a sus partidarios que traten a los chiíes de modo que no hagan daño a la fama del grupo, pero en la práctica los miembros de Al-Qaeda han tomado duras medidas en casos regionales como la guerra de Yemen. El campo de batalla de Yemen es el escenario del enfrentamiento entre chiíes y suníes en la que los chiíes (houthis apoyados por Irán) desempeñan un papel más destacado. Los líderes de Al-Qaeda en Yemen consideran a los chiíes como el principal enemigo de Islam. Este enfoque es diferente con la postura de Aymán al-Zawahirí por su carácter extremista."
En total, de acuerdo con el punto de vista de Al-Qaeda, es mejor no crear problemas innecesarios con los chiíes, pero en una escena de enfrentamiento como en Yemen,
Al-Qaeda tiene una mirada muy anti-chií. El grupo terrorista cree que todavía no es el momento oportuno para formar su deseado califato, al contrario de Daesh que piensa que se debe crear su prometido califato lo antes posible. También Al-Qaeda trata de intensificar la inestabilidad regional gradualmente ya que lo beneficia a largo plazo. Entonces los crímenes de Daesh están a favor de los intereses de Al-Qaeda ya que crean caos y conflictos en la región.
"Estados Unidos debe evaluar sus herramientas de poder en el enfrentamiento contra Daesh. Washington necesita la base Incirlik de Turquía para lanzar operaciones aéreas contra los terroristas de Daesh en Siria o Irak. Las autoridades estadounidenses deben prestar atención de que Turquía necesita más a EEUU y no al revés. El fenómeno de Daesh y sus consecuencias son un desafío cada vez más serio para el país turco. El país norteamericano debe distinguir cuáles son sus oportunidades para influenciar en la región y tiene que utilizarlas con el fin de sacar beneficios. Así mismo, el país norteamericano debe revisar sus políticas ya que la región puede tener diferentes funciones de las que se imagina en las políticas estadounidenses", agregó Gartenstein-Ross.