Algunos de los líderes de Daesh, debido a las discrepancias internas, recogieron a numerosos líderes de los grupos armados y opositores a Al-Bagdadi en la sede de “Moléb Baladi” llamada “la zona 11” en Al-Raqa”. Los opositores a Al-Bagdadi querían declarar formalmente su separación de este líder de Daesh en esta sede. Los aviones de combate estadounidenses atacaron esta zona y mataron a 27 altos comandantes del grupo takfirí Daesh. Abu Hamza al-Walali, Abu Ali al-Anbari, Wali al-Tabage y Abu Anas al-Iraquí, el responsable de seguridad de Daesh y el encargado del envío de los terroristas armados a Egipto (con la colaboración del servicio de Inteligencia de Turquía) murieron en este ataque.
Además, después de este ataque, alrededor de la zona 11, los terroristas de Daesh se enfrentaron. Hamid al-Dulaimi, uno de los altos cargos de Daesh que fue el líder de los opositores a Al-Bagdadi, pudo sobrevivir a este ataque y sus aliados le llevaron a las fueras de la ciudad de Al-Raqa. Pero, cabe mencionar que cuando Al-Dulaimi huía de los conflictos hacia la zona de “presa de Baaz”, un misil estadounidense se lanzó el coche de Al-Dulaimi y sus compañeros y les mató.
Aquí, se plantea unas pregunta: ¿Qué busca EEUU a través de la coalición anti Daesh? ¿Por qué EEUU ha adoptado una política de doble rasero contra Daesh a pesar de tener armas modernas? Los documentos muestran que la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA, por sus siglas en inglés) juega un papel importante en dirigir al grupo takfirí Daesh y, de hecho, la CIA intenta resolver las diferencias y los problemas internos en este grupo terrorista a fin de impedir la eliminación de este grupo que tiene un papel estratégico en realizar los objetivos estadounidenses en el Oriente Medio.
No hay duda que Daesh tiene una estructura complicada que obstaculiza la infiltración de los medios de comunicación y los servicios de inteligencia en este grupo. Esta complejidad nos sorprende más si tenemos en cuenta que de hecho Daesh es una coalición entre los oficiales panárabes baasistas y los takfiríes. A pesar de esta estructura compleja, hay pocos signos que indiquen que este grupo está a punto de colapsar o que sus líderes tengan serias divergencias.
La estructura compleja de Daesh muestra que sus miembros no son simples militantes desertados de Al-Qaeda o los jóvenes desempleados y desesperados. Se debe preguntar cómo Abu Bakr Al-Bagdadi todavía ha conservado su carácter carismático y cuál es el destino de sus adversarios. Hamed al-Dulaimi, que se había convertido en uno de los opositores de Al-Bagdadi, fue un exgeneral de brigada del ejército del exdictador Saddam Husein y era considerado como la mano derecha de Al-Bagdadi. Pero como los observadores adivinaban, se generaron diferencias entre Al-Dulaimi, una de los figuras prominentes baasistas con ideología panárabe y socialista, y el líder de Daesh y sus seguidores, que tienen una ideología salafista-takfirí. A pesar de todo, estas divergencias fueron controladas por medio de una fuerza más allá de Daesh.
En esta situación, si tenemos en cuenta que él se ha convertido en el objeto de EEUU, nos daremos cuenta de que un elemento externo y fuerte une a los baasistas y a los takfiríes para que Daesh no colapse. Esta operación de EEUU mostró que las especulaciones sobre el papel de Washington en la llegada al poder de Al-Bagdadi tras su encarcelamiento por la CIA no son mentiras y que Daesh, formado por los takfiríes y los baasistas y dirigido por los estrategas estadounidenses está operando en Siria y cualquier intento para acabar con el juego de EEUU será frustrado. Entonces se puede decir que los vínculos entre Daesh y EEUU no son tácticos. Además de que los servicios de inteligencia de Washington se han infiltrado en Daesh, el grupo terrorista es dominado por EEUU y actúa en la línea de los intereses de Washington. Daesh está cumpliendo los objetivos de EEUU aunque a veces se enfrenta tácticamente a EEUU. Hay una pregunta; ¿Qué está buscando EEUU en el norte de Siria a través de Daesh? Hay varios puntos de vista:
1. Con el pretexto de combatir a Daesh, EEUU eliminó a los opositores de Al-Bagdadi para proteger la estructura del grupo terrorista. La meta es que la posición de Daesh en el norte de Siria sea de una forma que EEUU tenga la excusa necesaria para tener presencia en esta región y seguir armando a sus seguidores.
2. Tras el bombardeo del bastión de Daesh en Al-Raqa, en el norte de Siria, y la región de Al-Hasaka, formó dos grupos: El primero fue la coalición “El Nuevo Ejército Sirio”, compuesto por los kurdos, los asirios y los cristianos. El segundo “El Grupo Democrático”. Ambos reciben entrenamiento y armas como grupos opositores y hasta ahora han logrado tomar el control de Al-Hawl. Ahora están planeando hacerse con el control de la ciudad de Al-Shadadi. El plan consiste en que los cazas estadounidenses bombardeen la zona para que las fuerzas del Nuevo Ejército entran ahí y tomen el control.
3. EEUU pretende manejar esos dos grupos hasta la creación de un gobierno kurdo en el norte de Siria y un gobierno de transición en Siria. Para lograr esta meta, EEUU debe destruir Al-Raqa, feudo de Daesh, antes de que Rusia tome la iniciativa, para que el control de esa ciudad caiga en las manos de los kurdos. De esta manera, Washington quiere convencer al mundo que ha expulsado a Daesh de su principal bastión en Siria. La fase siguiente es reforzar a los aliados de EEUU en las regiones norteñas de Siria, donde Washington busca establecer un gobierno kurdo. En concreto, la desintegración de Siria, que es uno de los principales objetivo de EEUU, comienza desde las zonas norteñas.
Algunos observadores creen que teniendo en cuenta las recientes reuniones de los opositores y otros actores en Siria en Viena y sus resultados, así como los acontecimientos en el campo de batalla, el juego de EEUU en el norte de Siria no conllevará a los resultados esperados debido a varios factores:
1. El plan para organizar a dos nuevos grupos opositores “El Nuevo Ejército Sirio” y “El Grupo Democrático” no recibirá el visto bueno de otros grupos opositores cuyo control ya está fuera de las manos de EEUU. ¿Cómo se podría convencer a los grupos fuertes como Frente Al-Nusra, Yeish Al-Fath, Yeish Al-Islam, Yeish Al-Ahrar y el Ejército Libre Sirio al respecto?
2. La creación de cualquier gobierno kurdo en el norte de Siria y otorgarle la independencia no favorece la seguridad nacional de Irak, ni la de Turquía e Irán. Sería imposible que el presidente turco concuerde con la formación de un gobierno kurdo en Siria o el refuerzo de la posición de los kurdos en Siria. La línea roja del Gobierno turco es la creación de cualquier gobierno kurdo en Siria y esta línea roja no cambiará incluso si Ankara recibe concesiones como unirse a la Unión Europea (UE).
3. Irán, Irak, Rusia y Siria, que durante los últimos años han sido los principales opositores a la presencia de cualquier tipo de terrorismo en Siria y han estado luchando con seriedad contra los terroristas, tampoco permitirán que un grupo fuera del eje de resistencia llegue al poder en Siria. Cualquier plan para sacar a Al-Asad del poder está condenado al fracaso.
Teniendo en cuenta los atentados en Francia y El Líbano y los acuerdos de la Conferencia de Viena, hay que esperar para ver si las partes implicadas en la crisis siria aceptan tales planes estadounidenses o que Rusia ponga fin a los apoyos destinados a los terroristas aumentando sus ataques contra las posiciones de los takfiríes.
Hanif Abdolá, experto en los asuntos de la región, agencia de noticia Arabiaa - El Líbano